Las grandes corporaciones unen sus fuerzas para provocar la salida de la presidenta y así desmantelar el Estado progresista forjado por Lula Da Silva
Golpe parlamentario. No tiene otro nombre. Esfuerzos que no han resultado vanos, pues van camino a lograr su objetivo. Dilma Rousseff resiste los embates de la miseria fascista que intenta controlar el poder en Brasil. Las grandes corporaciones unen sus fuerzas para provocar la salida de la presidenta y así, desmantelar el Estado progresista forjado por Lula Da Silva y los ciudadanos que creen y pregonan un nuevo socialismo para el mundo.
Los hilos se mueven desde el norte. Según Beto Almeida, en entrevista para Telesur, «el golpe parlamentario es una operación muy sofisticada que apenas tiene orígenes en Brasil, es una acción internacional y orquestada desde Estados Unidos», así lo aseguró el analista brasileño. Washington no descansa; usa la derecha brasileña para imponer sus títeres y así controlar la economía bajo esquemas neoliberales.
Retomar el control político y económico de los países de América Latina es vital para el capitalismo. La lucha en contra de las políticas neoliberales que se gestaron durante la década de los 90 golpeó duramente los intereses de la Casa Blanca y sus aliados haciéndoles perder lo que consideraban su patio trasero.
Estados Unidos siempre ha despreciado a los demás pueblos del mundo. Es oportunista y ha vivido de la expoliación que aplica a los territorios que invade. La pujante economía brasileña y los recursos naturales que posee son un botín apetecible que pueden conseguir si el pueblo lo permite y no se rebela. No existe ninguna acusación de carácter penal que involucre a Dilma Rousseff en hechos contrarios a la moral pública. Es una simple componenda de diputados de la derecha para defenestrar el gobierno y apoderarse de la presidencia. Resulta insólito que quienes llevan adelante la campaña de desprestigio en contra de Dilma, si tiene averiguaciones abiertas por corrupción y otros hechos dolosos en perjuicio de Brasil.
El golpe parlamentario está andando. No se detendrá sin la intervención de los colectivos organizados. Dejarse vencer por la derecha, significará entregar la soberanía al imperio; y con ella la memoria histórica del país.
“Es una simple componenda de diputados de la derecha para defenestrar el gobierno y apoderarse de la presidencia…”
José Gregorio González Márquez
caminosdealtair@hotmail.com