La diputada Tamara Adrián hace, una vez más, la denuncia y pide que la Asamblea Nacional legisle en torno a la materia
Los crímenes de odio dejan decenas de víctimas anualmente en Venezuela, porque aquí todavía no hay leyes que castiguen a sus autores ni tampoco existen estadísticas oficiales sobre sus víctimas. La Asamblea Nacional está en deuda con esa legislación y por ahora debemos enterarnos que se han cometido 18 mil crímenes de odio y solo uno ha sido sancionado
¿Qué son los crímenes de odio?, preguntamos a la abogada Tamara Adrián (Caracas, 20 de febrero de 1954), después de haber leído sus declaraciones para la página web contrapunto.com, donde hizo una amplia disertación sobre ese tema, de la cual, incluso, hemos tomado algunos fragmentos básicos.
Tamara Adrián, primera diputada transgénero, suplente a la Asamblea Nacional, juramentada el 14 de enero de 2016, explicó que en Venezuela conocer la data oficial de estos crímenes resulta cuesta arriba debido a una serie de restricciones impuestas por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para el acceso a la información y, también, por la inexistencia de ciertas leyes que amparen a la comunidad GLBTI (gays, lesbianas, bisexuales, trans e intersexuales).
Legislación internacional
–¿Qué es un crimen de odio?
–Según la International Lesbian, Gay, Bisexual, Trans and Intersex Association (ILGA) se define como crimen de odio a «todo aquel delito o intento de delito motivado por prejuicio hacia y contra la víctima por razón de color, sexo, orientación sexual, género, identidad de género, origen, origen étnico, estatus civil, nacimiento, impedimento físico o mental, condición social, religión, edad, creencias religiosas o políticas».
¿Matar, herir, ofender, robar, gays u homosexuales o lesbianas no es un crimen o delito como tal en Venezuela?
Recordó que en Venezuela no están catalogados los crímenes de odio. Ello ocasiona que “no haya posibilidad legal para que el Cicpc o la policía pongan una casilla diciendo que el crimen cometido fue por color de piel, religión, orientación sexual o identidad de género”.
Aunque tal tipificación existiese, “no hay acceso a las cifras oficiales”, reiteró la jurista y dijo que otra traba para obtener dicha información es que las Organizaciones no Gubernamentales (ONG) no tienen acceso al seguimiento de los casos policiales.
No obstante, la abogada detalló que durante un reciente examen que presentó Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas sobre el cumplimiento del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Pidesc), en junio de 2015, la fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, precisó, sin mencionar período, que en el país se habían producido 18 mil crímenes de odio.
¿Pero se puede matar impunemente a los gays?
Según un informe, publicado por la Asociación Ciudadana contra el Sida (Accsi), se reveló que al menos 29 personas sexo-género diversas han sido asesinadas en Venezuela entre los años 2004 y 2015. De esos 29 casos, solo uno ha sido sancionado y correspondió a la transgénero Jade Esmeralda – su nombre legal era Miguel Aquino- ultimada en 2004 por un exfuncionario del Cicpc, de 33 años, quien fue acusado de los delitos de homicidio intencional simple y uso indebido de arma de reglamento, por lo que fue sentenciado a 9 años de prisión.
Especificó que el Estado debe tipificar los crímenes de odio por cualquier causa: clasismo, sexismo, xenofobia. “Esas leyes existen en la mayoría de los países, menos en Venezuela. Las motivaciones para los asesinatos por odio no son las mismas, aunque los resultados sí lo sean”. Otra propuesta es redactar y sancionar una Ley Contra la Discriminación y una de Acceso a la Información Pública que permita conocer con “transparencia todo lo que ataña a lo estatal”.
Sin legislación
–¿No hay un ordenamiento jurídico para proteger a la comunidad LGBTl existente?
–Nuestro ordenamiento jurídico se quedó atrás en todo lo referente a la diversidad sexual y las demás diversidades. En Venezuela no existe ni siquiera la visualización de los crímenes del odio .Tenemos un proyecto de ley en la Asamblea Nacional donde se abordan esos tópicos tan delicados: también es muy importante que los medios de comunicación cuiden los discursos de sus noticias, porque pueden fomentar más odios contra la población gay y transexual o en general contra la comunidad LGBTI.
–¿Qué se puede de hacer mientras tanto?
Educar a ciudadanos y ciudadanas, hacerles entender que no se puede ni se debe odiar a los gays ni a los transexuales, a nadie, de que tenga una conducta sexual diferente. Que hay que desterrar a la homofobia y la transfobia, entre otras discriminaciones, como lo pide la Constitución de la República de 1999, y ese proceso educativo comienza, primeramente, en los hogares.
–¿Por qué esa violencia contra los gays?
–Nadie nace racista ni misógino ni homófobo. Eso es consecuencia de las crianzas familiares, de los hogares donde se aprende a odiar y después en las escuelas. Es una herencia cultural colectiva venezolana que debemos combatir. Es la lucha contra barbarie.
¿Qué es la homofobia?
La homofobia es un mal de naturaleza psicosocial, como también lo es el racismo, el sexismo, la misoginia y la xenofobia, entre otras discriminaciones, que tienden a endilgar a determinadas personas una situación de inferioridad y sobre esa base ejercer el poder y eventualmente la violencia. En este caso no es por ser mujer o ser hombre, sino por la orientación sexual real o percibida de la persona.
¿Qué es la transfobia?
La transfobia tiene una característica distinta y es que está mucho más cercana del racismo, mientras que la homofobia está mucho más cercana de la intolerancia religiosa, porque un hombre gay no se diferencia de ningún otro hombre, como tampoco una mujer lesbiana no se diferencia de otra mujer, salvo aquellos casos de hombres amanerados o de mujeres fuertes, lo que son una minoría. Lo único que se reprocha es aquello de quien tú amas, que también es en quien tú crees. La transfobia está más cercana del racismo porque está fundamentada o basada en la apariencia física, en lo exterior; además la homofobia y la transfobia son distintas porque una cosa es conducta de género y otra cosa es la identidad de género. No se pueden mezclar homofobia y transfobia.
Horrendos crímenes de Orlando
Para Tamara Adrián, quien lamenta el asesinato del venezolano Simón Adrián Carrillo Fernández, de 31 años, en Orlando, “la homofobia y la transfobia son odios sociales de la misma naturaleza que el racismo, la misoginia, la intolerancia religiosa y la xenofobia. Se aprenden en las casas, en los colegios, en las iglesias y en las calles. Y como las demás intolerancias, se puede revertir con educación y voluntad de cambio.
En el caso concreto de los horrendos crímenes de Orlando, vemos cómo se sobreponen y retroalimentan los odios religiosos, xenofóbicos y la homofobia y transfobia. En el mundo contemporáneo es notorio el rol de algunos intolerantes que usan versículos religiosos descontextualizados para fundamentar y diseminar sus odios subyacentes. Y es por esa razón que el límite de las creencias religiosas se encuentra en la imposibilidad de imponer esa creencia a otra persona, y de usar creencias religiosas para negar derechos a otras personas”.
“Esas leyes existen en la mayoría de los países, menos en Venezuela. Las motivaciones para los asesinatos por odio no son las mismas, aunque los resultados sí lo sean…”
E.A. Moreno-Uribe