Casi 200 refugiados que huyeron del terror impuesto por el grupo extremista Boko Haram han muerto de inanición y deshidratación en el último mes en la ciudad de Bama, en el noreste de Nigeria, dijo el miércoles el grupo Médicos Sin Fronteras.
Los refugiados «hablan de niños que mueren de hambre y que están cavando nuevas tumbas todos los días», según un comunicado del grupo, también conocido por sus siglas en francés MSF.
Se está desarrollando una «emergencia humanitaria catastrófica» en un campamento improvisado en el terreno de un hospital en el que se han refugiado 24.000 personas, señaló.