Mira, Maduro: la única forma de que no haya revocatorio, es que tu renuncies antes…
A Pancho y Gabo, jóvenes héroes ciudadanos
Los venezolanos asumieron desde la madrugada del lunes 20 de junio el proceso de validación de firmas como una epopeya ciudadana. Colas inmensas de hombres y mujeres, jóvenes y viejos, desbordaron los centros de validación.
Ante la fraudulenta distribución de las máquinas que hicieron las rectoras pesuvistas del CNE, colocando los puntos de validación en zonas donde no había firmantes y dejando zonas con altísima densidad de firmantes sin centros de validación, los ciudadanos apoyados por la Mesa de la Unidad Democrática crearon redes solidarias de transporte y movilización: carros, autobuses, motocicletas, canoas, bongos, carretas, caballos y mulas fueron utilizados en todo el país por los firmantes para ejercer su derecho.
Victoriosa epopeya cívica
Ante esta masiva demostración de determinación democrática, el gobierno pasó de la “resistencia pasiva” al saboteo activo: bombas lacrimógenas en centros de validación, agresión física contra firmantes, hostigamiento contra las largas filas de ciudadanos, alcabalas militares para detener los vehículos en los cuales los firmantes se desplazaban, fueron algunos de los recursos delincuenciales utilizados por la cúpula corrupta madurista y sus agentes electorales.
En Aragua hasta perpetraron un ecocidio, talando arboles del Parque Nacional Henry Pittier para cerrar vías con los troncos criminalmente derribados. En Nueva Esparta, el mismo funcionario que actuaba como coordinador del CNE fue quien obstruyó directamente el proceso.
Pero nuevamente el saboteo oficialista fracasó estruendosamente: en la tarde del viernes 24 de junio, un total de 409.313 firmas validadas en toda Venezuela, con mucho más del 1 % del Registro Electoral Permanente en cada uno de los estados de país, anunciaron al país y al mundo que el primer paso para la activación del Referendo Revocatorio ha sido dado exitosamente.
¿Cuál ha debido ser la reacción del gobierno ante esta contundente actitud y conducta del pueblo venezolano? En sana lógica republicana, el gobierno ha debido simplemente obedecer al mandato del soberano, y dar curso a la siguiente fase del proceso Revocatorio, que es la recolecta de las manifestaciones de voluntad del 20 % del Registro Electoral, aproximadamente 4 millones de personas.
En lugar de ello, el sábado 25, el periódico Últimas Noticias, transformado en gacetilla propagandística del régimen, abre primera plana con una frase del revocable Maduro Moros: “Solo a través del diálogo tendremos paz”. ¿En qué contexto se puede leer esa frase, aparentemente inocua, del mismo funcionario que con tan irresponsable ferocidad se mantiene aferrado al poder?
“Bueno, entonces… ¿cómo hacemos?”
Pongamos un ejemplo transparente para todo ciudadano venezolano: en cualquier calle o carretera del país usted puede ser detenido por un policía, simplemente porque al funcionario le vino en gana detenerlo.
Es posible entonces que el policía le pida la cédula de identidad, y usted se la da; que le pida los documentos del vehículo, y usted se los da; que le pida la licencia de conducir, el certificado médico y la póliza de responsabilidad civil, y usted, nuevamente, le entrega al funcionario todos y cada uno los documentos que le ha pedido.
Suele ocurrir en Venezuela que el funcionario, en vez de devolverle sus documentos, pedirle excusas y darle paso libre, agarra los documentos prácticamente sin verlos, lo mira a usted con una mezcla de prepotencia y fastidio y le dice: “Bueno, y entonces… ¿Cómo hacemos?”.
Ese “¿cómo hacemos?” es la invitación a la corrupción de la norma, a saltarse el procedimiento y la Ley, es la forma con la cual el policía corrupto le dice “yo tengo la chapa, el uniforme y la pistola, y te puedo hacer pasar un mal rato. En vez de eso puedes abrir tu cartera y darme unos bolívares, y sigues tu camino…” Y si usted le responde: “Mis papeles están en regla, usted los tiene en su mano.
Si me va a poner una multa me la pone, si no devuélvame mis documentos, usted no tiene autoridad para limitar mi libertad de tránsito, pues yo estoy cumpliendo con la Ley”, entonces, muy probablemente, usted tendrá un encuentro cercano con el poder corrupto.
Eso es exactamente lo que está ocurriendo en este momento, a propósito de la exitosa, legal y constitucional lucha del pueblo venezolano por activar el Referendo Revocatorio, por un lado, y cierta concepción corrupta que del “diálogo” tiene la camarilla ladrona que desgobierna el país, por otro.
En efecto, el pueblo venezolano -como el conductor del ejemplo- ha actuado apegado estrictamente a la Ley: las cuatro rectoras pesuvistas del CNE exigieron al pueblo que firmara y el pueblo firmó, exigieron al pueblo que validara sus firmas presencialmente y el pueblo las validó, le colocaron al pueblo todos los requisitos legítimos y todos los obstáculos ilegítimos que es posible imaginar, y el pueblo los superó todos.
Y ahora, cuando lo que se impone es dar curso al proceso legal y constitucional rumbo al Revocatorio, el poder corrupto -como el mal policía del cuento- pretende hacer caso omiso de la Constitución y de la Ley y le dice al pueblo, amenazante: “Bueno, y entonces… ¿Cómo hacemos? ¿Dialogamos? Porque si no, tu sabes…”
Aquí no hay “negociación”… ¡hay constitución!
La respuesta de la Mesa de la Unidad Democrática y del pueblo venezolano es clara: el Referendo Revocatorio no se negocia, ni se conversa, ni se chismea, ni se “dialoga”, por una sencilla razón: Es un derecho C-O-N-S-T-I-T-U-C-I-O-N-A-L. Y los derechos no se “dialogan”, se ejercen, cumpliendo escrupulosamente todos los requisitos, como bien los ha sabido cumplir el pueblo.
La mesa que no se puede “patear” no es la de Samper, o la de Zapatero: ¡la “mesa” que no se puede patear es la Constitución Nacional, que es el pacto de convivencia entre los venezolanos! Más allá de la Constitución no está “la política” en forma de negociación, sino la pre-política en forma de violencia altanera de una cúpula corrupta que no quiere asumir que su respaldo popular viene retrocediendo desde 2007 y que hoy ya es abiertamente minoritario.
Entiende una cosa, Maduro: la única forma de que en Venezuela no haya Referendo Revocatorio es que tú renuncies antes, lo que por cierto sería muy beneficioso para el país y hasta para tu propio partido.
Pero como sabemos que a ti no te importa ni el bien del pueblo hambreado, ni el porvenir político de tu propia gente, entonces el pueblo venezolano avanza, Constitución en mano, hacia el RR.
Y claro que los venezolanos podemos y debemos dialogar: hay que hacerlo para que tu gobierno quite los obstáculos ilegales al Revocatorio, y también hay que hacerlo para definir entre todos cómo vamos a reconstruir la convivencia social, la estabilidad política y la gobernabilidad económica después del cambio de gobierno.
Claro que hablaremos, para bien de todos, en un país de cambio. Pero el cambio mismo no esta en discusión, sino en Constitución. ¡Pa’lante!
“El saboteo oficialista fracasó estruendosamente: en la tarde del viernes 24 de junio, un total de 409.313 firmas validadas en toda Venezuela, con mucho más del 1 % del Registro Electoral Permanente en cada uno de los estados de país, anunciaron al país y al mundo que el primer paso para la activación del Referendo Revocatorio ha sido dado exitosamente…”