Para la mayor parte de Armenia, la visita del papa Francisco será más recordada por su postura de declarar como un «genocidio» a la masacre contra los armenios en la era otomana, así como por su mensaje de paz y reconciliación con Turquía.
Sin embargo, entre los sirios de ascendencia armenia que han huido de la guerra civil en Siria, el llamado del papa a la paz tuvo un sentido más personal con el conflicto actual que ha provocado la muerte de sus seres queridos o los ha expulsado de sus hogares.
A principios del siglo XX, muchas familias armenias fueron deportadas a los desiertos de Siria por parte de los turcos otomanos.
Para cuando se inició el conflicto en Siria en 2011, se calcula que en el país vivían unos 100.000 armenios étnicos.