Declaraciones frecuentes de funcionarios de Estados Unidos intentan implicar al gobierno venezolano en el tráfico de drogas o en la violación de derechos humanos
Estados Unidos y su gobierno no dejan de atacar la soberanía de Venezuela. Las injerencias en la política interna están plagadas de argumentos que no tienen ningún tipo de asidero legal o moral. Declaraciones frecuentes intentan implicar al gobierno venezolano en el tráfico de drogas o en la violación de derechos humanos. La doble moral que aplican solo busca promover condenas a Venezuela basadas en mentiras. Inventos que se mueven en la maraña de engaños que vende la oposición apátrida para fomentar zozobras que conduzcan a un golpe militar.
No es un secreto que desde Washington se financia a quienes siembran de angustia al país. Durante diecisiete años, el bombardeo mediático y los intentos de golpe no han dado respiro a los venezolanos. Por supuesto, tras tanta saña y maledicencia están los tentáculos del imperio. Jamás han respetado el derecho que tienen los pueblos a su autodeterminación y de transitar los caminos que conducen a la felicidad suprema de sus ciudadanos.
Cuando algunos creen que se comienzan a cerrar las diferencias entre EE.UU. y Venezuela, salta algún vocero o el mismo presidente gringo a patear cualquier acercamiento que se haya logrado en materia de normalización de relaciones diplomáticas. Envían emisarios con supuestas potestades para abrir canales de diálogo y luego desconocen el poco trabajo que se hace. No hay avances reales pues para la Casa Blanca lo importante es desestabilizar el gobierno nacional, acabar con la revolución bolivariana y desterrar cualquier viso de socialismo que atente contra sus intereses imperiales. En un comunicado emitido por la Cancillería se sostiene que “es inaceptable la obsesión intervencionista del gobierno estadounidense, que además de considerar a Venezuela una amenaza a la seguridad y a la política exterior de los EE.UU., pretende instruir a la República Bolivariana de Venezuela sobre elementos esenciales de su vida institucional.”
Basta ya de injerencias. Exigimos respeto a la patria de Bolívar. No cederemos a chantajes ni a presiones internacionales. Venezuela es una nación libre y soberana.
“No hay avances reales pues para la Casa Blanca lo importante es desestabilizar el gobierno nacional, acabar con la revolución bolivariana y desterrar cualquier viso de socialismo que atente contra sus intereses imperiales…”
José Gregorio González Márquez
caminosdealtair@hotmail.com