Hoy, cuando han transcurrido dos días de la celebración de la Parranda de San Pedro, algo descansado luego de la jornada, reviso los mensajes, correos, prensa, así como las redes sociales; créanme, no puedo evitar las lágrimas por tantas manifestaciones de afecto y cariño expresadas… es un reconocimiento que no esperaba; la cultura, sus tradiciones, el canto coral, la radio y todo lo que tiene que con las costumbres de los pueblos, forman parte integral de mi plan vida, eso que he llamado la montaña rusa de la vida, donde nos montamos al nacer para iniciar un recorrido de momentos inesperados, con sorpresas de cualquier índole, buenas y malas, angustias y emociones; con un final feliz en cada etapa, y disponerse a un nuevo ciclo; en esta ruta me he topado con muchas cosas, grandes amigos, una familia hermosa.
Así como una esposa amorosa, comprensiva, siempre a mi lado, para compartir cada instante de mis acciones y proyectos, tolerando mis ausencias cuando le digo voy a Barlovento, al Tuy, a donde sea necesario con mis hermanos de la Red de Patrimonios del Estado Miranda, sin mirar atrás, sin esperar algo a cambio; se hace por instinto, por amor al arte, con pasión, porque se siente simplemente.
Me sorprendió el escrito de mi amigo el Dr. Felipe Muñoz Dorta, publicado en el diario La Voz, describiendo algo concebido luego de una amplia conversación sostenida días antes, confieso que es la primera vez que leo algo así sobre mi.
Recibir el San Pedro del año, no es cualquier cosa, integrar este listado de personalidades e instituciones es un verdadero honor. Recuerdo que siendo integrante del Consejo de la Condecoración, en ocasiones me negué a aceptarlo, este año no lo fui; y cuando me informaron sobre la decisión, luego a digerirla, respondí lo siguiente: “Ante todo, agradezco el reconocimiento de cada uno; si el Consejo de la Condecoración lo decidió así, pues, así será; son 19 años de la Condecoración; cada año, este órgano de selección con criterio sabio de evaluación y estudio ha acertado razonablemente, con la mayor responsabilidad, así como con precisa objetividad, quien se hace merecedor de tan preciada estatuilla, obra maestra de mi amigo, el escultor Prof. Germán Moreno… Jamás la deseé… partiendo de la premisa que no se debe recibir una distinción creada por uno mismo… hay muchos que son igualmente merecedores… pero viniendo de una decisión por unanimidad y de gente tan seria y honorífica, la acepto con el mayor beneplácito, honra y respeto”.
En el año 1998, se creó este reconocimiento cumpliendo con uno de los objetivos del CEA, que establece: “Divulgar la labor cumplida por aquellos guatireños y demás personalidades estrechamente ligadas a la historia local, cuyos servicios en el campo de la Educación y Cultura, le haga acreedores de la admiración, respeto y reconocimiento ciudadano”, y se amplía en el artículo 2 del Reglamento de la Condecoración que dice: “La Condecoración se entregará el 29 de junio de cada año, a personas o instituciones constituidas que a juicio del Consejo de la Condecoración, hayan tenido trayectoria como destacados investigadores, defensores, difusores y participantes de la “Parranda de San Pedro de Guatire”. Para la fecha, ya son 19 estatuillas las conferidas, entre las que figura una mención especial de bronce, ellos son: Manuel Angel Rojas (Rojita 1998), Pedro Flores Aristiguieta (1999), Jesús María Sánchez (2000), Fundación Parranda de San Pedro del 23 de enero (2001), Francisco Requena (2002), Francisco Aponte (2003), Parranda de San Pedro de Guarenas (2004), Comisión encargada de la visita de la Parranda de San Pedro a Santa Lucía (2005), Manuel Aguiar (2006), Pedro Muñoz (2007), Lucila Martus (2008), Manuel Angel Rojas, única estatuilla de bronce por sus 80 años como sanpedreño (2009), Antonio Aponte (2010), Fidelina Rodríguez de Tachón (2011), José Noria (2012), Pedro Martínez (2013), Benito Irady (2014), Hugo Hernández (2015) y Miguel Alciro Berroterán (2016).
Con este relato, doy gracias a Dios y a San Pedro, por permitirme la dicha de contar con tanta gente hermosa alrededor mío. Mi mejor abrazo del año al Consejo de la Condecoración, a la Junta Directiva del CEA, a mi Parranda de San Pedro del CEA, a la prensa, a los que están leyendo esta nota y a los que expresaron sus felicitaciones en las redes sociales. Gracias, mil gracias.
Por: Miguel Alciro Berroterán