El Ejecutivo no tiene oportunidad de ganar una elección a menos que se produzca una suerte de milagro de viraje
Una de las mentes más brillantes en lo que se refiere a Gerencia de Políticas Públicas en Venezuela y Latinoamérica, es sin duda el doctor Nelson Lara, experto en resolución de conflictos y estrategias políticas. Es docente universitario de postgrado en el área de Gerencia Pública en la Universidad Central de Venezuela y comparte la docencia e investigación con la política, ya que también es miembro de la dirección nacional de AD.
Fue secretario de gobierno durante la primera gestión de Antonio Ledezma como alcalde, y siendo alcalde encargado, le tocó llevar adelante el desalojo de La Hoyada, como parte del programa de reordenamiento urbanístico de caracas, a pesar de la oposición en su momento del entonces presidente Hugo Chávez.
A Nelson Lara hay que leerlo entre líneas porque no da puntada sin dedal. No es un hombre mediático y recientemente me sorprendió, al escucharlo en una entrevista que le hiciera Vladimir Villegas en Unión Radio donde expuso la tesis de que no ponerle atención a las decisiones académicas en las actuaciones políticas es un grave error. Por eso afirma que tanto la MUD como el PSUV y el gobierno, lo que hacen es jugar una caimanera política con el diálogo.
En la actualidad, en su postgrado de la UCV, han pasado unos 1.000 estudiantes, de los cuales el 60 % viene del sector púbico y el otro 40 % del sector privado, y la formación que se les da, es para un país del primer mundo, a pesar de los quebrantos y debilidades que vive nuestro país.
En el postgrado se debate una tesis en dos aguas por así decirlo; por una parte el Proyecto Nacional Simón Bolívar y lo que se impone en el sector privado, libritos que provienen del mercado netamente capitalista, pero reconoce que al final quien tiene la fuerza y el poder son los partidos políticos sobre todo en lo que tiene que ver con la realización de los planes de la nación.
El académico sostiene que la gerencia pública puede o no tener ideología; eso va a depender de los “meta jugadores”. Es una ecuación muy simple, ideología versus lealtades.
Si uno se va al meta mensaje en el discurso de Nelson Lara, concluye que la MUD está como el muchacho que le hace la carta al Niño Jesús en vísperas de la Navidad. Mientras el malandraje político se apodera del país y hace de las suyas.
La otra lectura, más directa, que se desprende de su discurso, estriba en que el Ejecutivo “no tiene oportunidad de ganar una elección a menos que se produzca una suerte de milagro de viraje”. “Dar un viraje es una decisión política, es posible que se produzca un cambio en el país si así lo decide la dirigencia política del Psuv, pero es muy difícil, ya que el proyecto político del PSUV, es un proyecto hegemónico, y si no escuchan a Chávez que tantas veces lo aclaró, es cuestión de que “el que tenga oídos que oiga”……
Disociación política:
El catedrático explica que si tú le vas a plantear a una élite vamos a cambiar esto, es como decidir en contra de sí mismo, si uno lleva el caso de los partidos políticos a un escenario colectivo, como la MUD, uno podría decir, un momentico, así como yo decido internamente, luego pretendo decidir en la Mesa de la Unidad Democrática, pero luego cuando yo decido ahí, me voy a inventar como yo decido con mi interlocutor que en este caso es el PSUV y el gobierno nacional.
Maduro los tiene locos
Y en este caso yo le digo: “mire señor Maduro, por supuesto si, el juego es amateur, porque parece que fuera una caimanera política, si el juego es amateur adentro internamente, se produce un juego amateur a nivel de la MUD, donde no se logra un consenso para una sola cosa. Se plantean tres cosas, yo me traslado a los escenarios externos y le planteo al presidente de la República Nicolás Maduro: ¿mire usted puede renunciar? Eso es ingenuo. ¿Usted por favor podría renunciar para yo quitarle el poder y yo por supuesto todo esto que estamos diciendo se le va a hacer a usted? ¿Usted podría, por favor, permitir la renuncia o usted puede por favor hacerme la segundita de aprobarme esta enmienda? O usted, señor Maduro, ¿pudiera por favor activar los mecanismos que dependen de usted, que usted controla políticamente para entonces yo activar el Referendo Revocatorio que sea un Revocatorio que sea políticamente efectivo, que se produzc ala elección antes del 10 de enero?
El tema del diálogo:
Sin duda que eso es decidir en contra de sí mismo. En un sano juicio, cualquier político que esté en los zapatos de Maduro decidiría como se está desarrollando en estos momentos; a menos que valiera la pena hacer un alto por el tema de vamos a sentarnos a un diálogo, pero entonces el gobierno se pregunta: ¿cuál es el tema del diálogo? ¿El tema del diálogo desde el costado de la oposición? No puede aceptar las modificaciones al Revocatorio; y desde el costado del gobierno no puede aceptar. Cómo es que yo me voy a ir del poder.
Es un tema importante, ya que es sumamente complicado dialogar sin tocar estos puntos como renuncia, revocatorio y/o enmienda constitucional, porque la oposición tiene en estos momentos una jugada clave sobre la mesa que es el Referendo Revocatorio y si se da en los términos que lo plantea, el gobierno Nacional va a perder las elecciones.
El académico advierte que este escenario no va, ya que el gobierno tiene un punto de honor, que no es precisamente el de la sensibilidad social al que Chávez se aferraba y hacía tanto énfasis, sino que se aferra a un modelo económico que no funciona en ninguna parte. No funciona en Corea del Norte, no funcionó en Cuba y fue abandonado en China. Ya sabemos que probadamente ese modelo no funciona. Entonces, si el fin último fuera la sensibilidad social, no importan los medios con tal de lograr dicho objetivo, porque aferrarse a ese modelo que no funciona.
Un ejercicio mental por asociación:
Lara dio su punto de vista acerca del deterioro en los procesos de democratización dentro de las agrupaciones políticas donde las generaciones de relevo se tropiezan en el camino de sus ascensos con “tapones”, donde se amalgaman líderes que tienen muchísimos años y que no dejan que surjan nuevos nombres en el ámbito político.
Puso como ejemplo el caso de Antonio Ledezma y Claudio Fermín en AD e hizo la siguiente reflexión: ¿Qué hace Antonio Ledezma fuera de Acción Democrática? “Hay que ver el capital político que perdió Venezuela al no habérsele dejado a Ledesma ser candidato presidencial en su oportunidad. Y todavía tiene tiempo, porque posee suficiente capacidad.
En ese mismo ejercicio, el académico se pregunta si es lógico que Venezuela a estas alturas descubra que Henry Ramos Allup tiene las cualidades que tiene. Y afirmó: “Yo conozco a Henry Ramos desde hace muchísimos años, de los años 70 y Henry Ramos ha venido creando, cultivando y desarrollando una capacidad política que es de un Henry Ramos de la década de los 70, 80, y 90, que es el mismo de ahorita, pero resulta ser que es en este momento que HRA tuvo la oportunidad que el pueblo venezolano lo conociera,
Desde el punto de vista netamente académico, Nelson Lara, al hacer una radiografía de por qué los países fracasan, expuso la tesis que sostienen seis premios Nobel de economía, en el sentido tácito de que es imposible abandonar la pobreza, huir de la pobreza, si no existen instituciones políticas, partidos políticos incluyentes que sean democráticos, que permitan la renovación de sus cuadros, permitan también el ascenso de sus generaciones de relevo y consigan realmente a quién relevar. ¿Qué hacen fuera de Copei, Primero Justicia y Voluntad Popular?, preguntó el académico. Ahí está Manuel Rosales, otra suerte de escape, que montó su partido (UNT), y funciona como un Nuevo Tiempo, una escisión de Acción Democrática, con la mayoría de ex dirigentes de AD.
“En conclusión -advierte Nelson Lara- en un sistema de partido no democrático, no puede haber o no se pueden parir instituciones económicas democráticas”.
No importa de qué color sea el gato:
Tocando un tema tan álgido como es el modelo económico venezolano que ha fracasado rotundamente, Lara hizo énfasis al adagio o refrán: “no importa de qué color sea el gato, lo importante es que cace ratones”, y lo entronizó precisamente en el modelo chino, que sin descubrir el agua tibia, no deja de ser interesante porque parte de una hegemonía, un partido único y se dan cuenta cuando Deng Xiaoping va a Estados Unidos y descubre que en el mercado estaba la magia de la propiedad privada, el derecho de la propiedad privada, descubrió la competencia y precisamente basado en esas dos instituciones llamadas propiedad privada y competencia, es que comienza a montar una palabra mágica que es producción; vamos a producir, en conclusión, desarrollo.
“Cualquier político que esté en los zapatos de Maduro decidiría como lo está haciendo en estos momentos…”