Artículos escritos para La Voz por los profesores de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela. La responsabilidad de las opiniones emitidas en sus artículos y Notas Internacionales es de los autores y no comprometen a la institución.
Cruz Verde Internacional
“Habitamos un mismo planeta, una casa, y no un teatro de operaciones”.
Mijaíl Gorbachov (Carta a la tierra)
Es un lugar común, sobretodo dentro del pensamiento occidental, pensar la naturaleza como algo exterior al ser humano. Desde tiempos inmemoriales se habla de “someter a la naturaleza a nuestros designios”, como si de un alien se tratara. La naturaleza (que no se reduce a la flora y la fauna) no está “allá afuera” para que los seres humanos, la dominemos.
Un enfoque más comprensivo del asunto nos dice que los seres humanos también somos la naturaleza, pues existe una relación de interdependencia, de interconectividad entre ambos. No podemos oponernos a la naturaleza, ello significaría actuar contra nosotros mismos. Lo lamentable, es que hemos venido actuando así desde hace muchísimo tiempo.
Sin embargo, no todo es perdido, daños colaterales y/o fracasos. Voces como la de Mikhail Gorbachov (entre muchos otros) se han alzado para advertir y aconsejar sobre los daños reparables o irreparables causados a este hogar común llamado tierra.
En 1992, cuando dejó el cargo de presidente luego de la desintegración de la Unión Soviética, se puso a la cabeza de la organización internacional no gubernamental La Cruz Verde.
Gorbachov, testigo de los años terribles de la segunda guerra y de la catástrofe mundial de Chernobil en 1986 y hombre clave en el proceso de desestabilización y reestructuración de las sociedades del este de Europa, comienza en sus primeros años en el poder a reflexionar sobre el futuro no solo de Rusia sino del planeta entero. Chernobil, en palabras de Gorbachov, “fortaleció aún más mi resolución de construir la base de nuevas relaciones internacionales”.
Los orígenes de Cruz Verde www.greencrossinternational.net se remontan al año 1992, año en el que se celebraba, paralelamente en Río de Janeiro, La Cumbre de la Tierra. Afirma Gorbachov que en 1987 ya había adelantado el nombre Cruz Verde en una reunión efectuada en Moscú. Y en su excelente libro “Carta a la Tierra” dice que “Cruz Verde apuesta por la prevención de conflictos relacionados con el agua a través de la mediación internacional, así como por el reconocimiento del derecho al agua como un derecho humano internacional”.
Todo ciudadano universal interesado en los asuntos relacionados con lo ecológico, la no proliferación de armas nucleares, los ensayos nucleares, la polución, el hambre, la pobreza y todos esos males surgidos de lo más oscuro del alma humana debe comprometerse a la preservación del planeta, comenzando por asumir una actitud responsable ante su entorno más cercano, su propio hogar, su cuadra, su municipio como punto de partida para emprender cualquier cambio a nivel macro. Gorbachov propone que debemos “elaborar un nuevo sistema de valores que tome en cuenta los problemas mundiales del entorno, que se erija en guía universal de conducta para todos, tanto estados como individuos”. De igual modo recomendamos visitar también la página earthcharter.org en la que encontrarán abundante información al respecto.
José Alberto Romero León
El Brexit
En la teoría de juegos siempre es recomendable, ante sucesos como el ocurrido en el Reino Unido el 23/6 (Leave), hablar de ganadores y perdedores.
Aquí comentaremos solo de los ganadores, no sin antes repetir esta sentencia: “si no aprendemos las lecciones de este rechazo, el 23/6/2016 podría ser el principio del fin de la UE” (Timothy Garton).
Los ganadores, los xenófobos y chovinistas, tanto de la “high-level” como “the low levels”, culpabilizan del desempleo y la recesión económica que vive la UE a los inmigrantes.
La “high level” opina: “Atrevámonos a soñar que amanece un Reino Unido independiente” (Nigel Farage del UKIP); “Ha vencido la Libertad” (Marine Le Pen, Francia); “Queremos ser dueños de nuestro propio país, de nuestro dinero, nuestras fronteras y nuestra política migratoria” (Geert Wilders, Holanda); y “Ahora nos toca a nosotros” (Matteo Salvini, Italia).
Un vocero “the low levels” dice: “Tenemos que recuperar nuestra nación. En ciertas zonas solo se escucha rumano, polaco o búlgaro. Yo no tengo nada contra ellos, pero nos están quitando los recursos. Hay demasiada inmigración” (George Jammieson, transportista inglés de 42 años con los brazos tatuados).
Todos al unísono dan la bienvenida a la “primavera patriótica”.
¿Será que el genio euroescéptico se salió de la botella para siempre?
Franklin González