Los venezolanos solo podrán tener garantía de acceso a sus medicinas a través de consultorios populares operados por médicos cubanos e integrales y las droguerías del Estado, denominadas «Farmapatria»
La ministra para la Salud, Luisana Melo, dio a conocer que las medicinas en el país serán distribuidas a través de un nuevo mecanismo de control similar a los Comités Locales de Abastecimiento y Distribución (Clap).
Manifestó la ministra que desde ya los venezolanos solo podrán tener garantía de acceso a sus medicinas a través de consultorios populares operados por médicos cubanos e integrales y las droguerías del Estado denominadas «Farmapatria».
Melo expresó que el sistema de salud está construyendo un programa para que todos puedan tener un médico de cabecera. «Ahí están los consultorios populares y los ambulatorios. Si se dirigen ahí o a un Farmapatria, con toda seguridad podrán encontrar sus medicamentos», dijo.
La medida surge como otro mecanismo de control para tratar de regular la distribución de medicamentos, fuertemente afectada por la escasez y el desabastecimiento, que las autoridades han intentado, sin éxito, controlar desde hace más de 2 años.
Según explicó Luisana Melo, el nuevo sistema regula la producción, distribución y comercialización de todos los medicamentos que se produzcan o se importen en el país. El sistema controlará las únicas 5 droguerías del país, todas en manos de la empresa privada.
«Esos 5 almacenes van a estar conectados en la próximas 2 semanas al cerebro donde estamos presente, la distribución de medicinas en el país está en manos de un oligopolio», añadió Melo.
Finalmente, la quinta titular de salud en los últimos 3 años acotó que el régimen que controlará el sitio de almacenamiento permitirá llegar a la distribución de manera más homogéneas y equitativa de acuerdo a la necesidad.
Aumenta desnutrición en niños
Earle Siso, director de Salud del Distrito Metropolitano, dio declaraciones este jueves en las instalaciones del Hospital J. M. de los Ríos, con motivo de la situación en la cual se encuentra dicho centro de salud.
El director de salud del Distrito Metropolitano afirmó que existe un déficit importante de ambulancias en el Hospital de Niños, ya que muchos de los estudios se deben realizar fuera del recinto. «Por el tema de tomógrafo, resonancias magnéticas y exámenes de laboratorio, que no se realizan aún acá por falta de insumos», dijo.
«Actualmente, el J. M. de los Ríos tiene una ambulancia y está las 24 horas a disposición, pero esa gran incidencia del uso de la ambulancia es producto de que este es un hospital tipo 4, altamente especializado y que tiene procesos complejos, pero ante la ausencia del razonador, por los problemas de algunos reactivos de laboratorios hay que hacer el enlace externamente, es decir hay que llevar al niño y las muestras a otros centros de salud», añadió Siso.
Según Siso, en el momento que se corrija dicha problemática se tendrá menos volumen de pacientes para transportar y aseguró que se tendrá un mejor servicio de ambulancia.
Por otra parte comentó que, debido a que algunas zonas del hospital están congestionadas por agua, bien sea por filtraciones y algunos otros proyectos que no fueron realizados, se tienen menos cantidad de camas en esas áreas. «En estos momentos se están manejando 179 camas que podrían elevarse a 400, la idea es llevar a plenitud el hospital.
Esto es lo más clave de la salud para que sea este hospital la referencia de los procesos complejos que no tengan que llevar a un niño aquí por una fiebre, por una diarrea sencilla, sino que el primer nivel de asistencia que está en este momento implementándose con fuerza sea el que contenga este tipo de pacientes, para que realmente este hospital sea como debe ser para la referencia nacional e internacional para aquellos procesos complejos en el área de la salud», finalizó Siso.
Solo huevos
El Hospital Clínico Universitario de Caracas padece de las mismas precarias que todos los centros de salud del país, debido a la falta de alimentos para los pacientes.
Marta Díaz, ayudante de alimentación en una de las dos cocinas ubicadas en el piso 4 del HCU, comentó que no recuerda cuándo fue la última vez que prepararon jugo con azúcar para darles a los pacientes de ese centro de salud.
Harina de maíz, arroz, leche líquida o en polvo son otros de los alimentos que no han visto en lo que va de año.
«Cuando le llevamos pollo o carne se ponen contentos porque aquí casi nunca comen eso. Un día en el desayuno se dio solo un mango y más nada. Antes de eso los pacientes duraron como 2 semanas comiendo huevo revuelto todos los días en el desayuno y a veces en el almuerzo y las raciones son pequeñas», concluyó Díaz.
Ysabel E. Atique
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