Es necesaria y deseada la compenetración desde el centro de la órbita pública con todos y cada uno de esos círculos en los que se organiza el ciudadano, los cuales tienen particulares modos de expresión, a veces imperceptibles
Nos ha llamado la atención la doble manifestación de gobernabilidad en cualquier Estado. Una primera, referida al grado de relación que tienen los órganos del entramado de las instituciones públicas, esto en sentido horizontal y vertical, en los que se observa la armonía de los niveles nacionales de autoridad en la compenetración de áreas y en el buen accionar de ellos, desde el nacional, estadal hasta el municipal, con sus diversas y ricas manifestaciones del área más cercana al ciudadano. Es lo que se traduce en el principio de colaboración de poderes, previsto en las constituciones de los países.
Ahora bien, esta primera visión quizás no deja observar otra rica e intensa relación entre los órganos públicos y el colectivo, la ciudadanía. En este segundo enfoque aparecen valores no tan perceptibles como en el primero, sin embargo hay una gran variedad y riqueza de formas, factores y figuras. Es la necesaria y deseada compenetración desde el centro de la órbita pública con todos y cada uno de esos círculos en los que se organiza el ciudadano, los cuales tienen particulares modos de expresión, a veces imperceptibles.
La funcionalidad de esa diversidad de canales estará alimentada por ritmos y comportamientos que emanan de esos centros de interrelación social: sectores productivos, económicos, sociales, ambientales, agrícolas, culturales y paremos de contar.
Podemos llegar a una aproximación: si es más estable o definido el espacio de la organización de los poderes públicos, se requiere de más imaginación, creatividad y espíritu democrático en la necesaria armonía, gobernabilidad, que ha de emanar de esta múltiple dinámica de esos variables centros de actividad ciudadana. Será necesario respetar sus intereses, armonizarlos y ponerlos en una dirección abierta y democrática.
“Si es más estable o definido el espacio de la organización de los poderes públicos, se requiere de más imaginación, creatividad y espíritu democrático para la armonía y la gobernabilidad…”
Baltazar Gutiérrez