Andrea G, de 45 años, como se ha identificado a la madre, fue encontrada culpable de homicidio involuntario, informaron medios alemanes.
Los cuerpos de los ocho bebés fueron encontrados en un apartamento de Bavaria el año pasado, pero ella solo fue acusada de la muerte de cuatro debido al avanzado estado de descomposición de otros cuatro.
Su exesposo, Johann G., de 55, fue absuelto de los cargos de negligencia por no haber detenido las muertes.
El caso ha horrorizado a Alemania.
El juez Christoph Gillot defendió la decisión de no haber impuesto una sentencia de cadena perpetua, como pedía la fiscalía.
«Cuando tienes un caso como este, hay mucha gente que sabe qué es lo que tienes que hacer, pues se supone que es una ‘horrible madre’ que debe ser encerrada de por vida», dijo.
«Pero nosotros primero debemos de entender su comportamiento. Eso no significa que la justifiquemos, sino que estamos tratando de comprenderla»
Andrea G. admitió su participación en la muerte de los recién nacidos en una audiencia previa.
Los ocho cuerpos fueron encontrados en la casa de Andrea G. en el pequeño pueblo bávaro de Wallenfels gracias a un aviso de un vecino.
Los bebés murieron entre 2003 y 2013. Las autoridades dicen que la madre ponía a los bebés en toallas, incluso sin saber si tenían vida, para deshacerse de ellos.
En esa pareja, cada uno trajo dos hijos al matrimonio y juntos concibieron tres hijos más.
Los fiscales los había acusado de «egoísmo sexual, indiferencia e insensibilidad» sobre el manejo de los embarazos.
A pesar de que no querían más hijos, continuaron teniendo relaciones sexuales sin anticonceptivos o esterilización, dijeron los fiscales.
Alemania ha visto varios casos de infanticidio.
En mayo de 2015, una mujer fue condenada a 44 meses de prisión por matar a dos de sus hijos y colocar los restos en un congelador, informó AFP.
En octubre de 2013, fueron encontraron los cuerpos de dos bebés en Baviera que había muerto desde la década de 1980.
Y en 2008, una mujer fue hallada culpable de matar a ocho de sus recién nacidospara después ocultar sus cuerpos.
Fuente: BBC Mundo