“Las bolsas con los alimentos que nos llegan no alcanza para alimentar a nuestras familias, aunado al intenso verano que afectó las cosechas”, expresaron afectados de la Parroquia Bolívar al líder comunitario Víctor Tovar, quien se apersonó para atender y verificar planteamientos de agricultores
Familias enteras en su mayoría constituidas por entre cuatro y cinco personas, y con un promedio de consumo de alimentos mensual de 120 a 150 kg, desesperadas hacen un llamado de alerta al Gobierno Nacional, para que entreguen las bolsas de comida que prometieron a estos sectores tan alejados de los centros de distribución y “porque tenemos hambre”, según expresaron afectados como Manuel Caldera, al dirigente comunitario de Zamora, estado Miranda, Víctor Tovar.
“El caso que nos preocupa es que cada bolsa no llega por lo general a los 20 kilos y debe constituir la inversión mensual en comida, la que nos vende el gobierno cuando les da la gana, y eso no nos alcanza para alimentar a nuestras familias”, tal señalaron.
Según lo expresado por Caldera, actuando como representante de los vecinos en Salmerón, los niños son los más afectados ya que tienen meses sin tomar leche, no se consigue pollos, carne, ni los alimentos de la canasta alimentaria; asimismo informo que, en las zonas rurales los CLAP engañan a las familias. Dicen que llevan semanas sin aparecerse y “las bolsas vienen incompletas”; en la practica el control del reparto de alimentos opera como un instrumento de dominación, ya que para tener acceso a dichas bolsas de comida hay que registrarse en las listas de las llamadas Unidades de Batalla Bolívar Chávez. UBCh, “Frente Francisco de Miranda”, consejos comunales y Unión Nacional de Mujeres, lo cual provoca la exclusión de quienes no quieren participar en estas formulas de control político-partidista en la distribución de alimentos”.
Reactivar código
de inversión
Para finalizar indicó Víctor Tovar a nombre de esos productores agrarios, que los CLAP son ahora sustituidos por la misión Abastecimiento Soberano Seguro y murieron al nacer, ya que no pudieron resolver la escasez, el acaparamiento, ni la especulación, porque el problema no es de distribución sino de producción, y mientras no se sustituya la política de contingencia basada en operativos de fiscalización, control, multas y penas de cárcel , por una verdadera política de reactivación de los códigos económicos y promoción de inversiones, seguirán existiendo las descomunales colas para conseguir alimentos y medicinas; en consecuencia estamos convencidos que ese ajedrez político macabro puesto en marcha por estos políticos no va a lograr dominar el ímpetu la gallardía y el espíritu de libertad de los venezolanos”.
Jairo Garzón Romero
j.jgarzon.r@hotmail.com