Según el especialista en medicina del deporte del Hospital Universitario Austral, Télam Néstor Lentini aseguró que “el cuerpo comienza a desestructurarse tan pronto como se acomoda en la silla: la actividad eléctrica en las piernas se detiene, el consumo de energía baja a una caloría por minuto y las enzimas que ayudan a descomponer las moléculas de grasa disminiyuen un 90%”.
Pero ese no es único daño que esto ocaciona, aquí te mostramos cuales son los más relevantes de acuerdo con James A. Lavine, director de Obesity Solutions de Mayo Clinic; Charles E.Matthews, investigador Nacional Cancer Institute, y otros expertos.
Se debilita tu columna: Al no mover tu espalda por mucho tiempo tu columna pierde flexibilidad, por lo que eres más propenso a lastimarte al realizar otras actividades. Además cuando estiras tu cuello hacia el teclado puedes torcer de más tus vértebras cervicales y causarte un desbalance.
Los gluteos se hacen flácidos: Estar sentada indica que tus gluteos no hacen absolutamente nada y se acostumbran a ello, haciéndose flácidos. Esto puede dañar tu estabilidad, la capacidad que tienes para moverte y mantener un paso firme.
Hay degeneración muscular: El poco movimiento de los músculos abdominales y mantener apretados los de la espalda provocan una postura que exagera el arco natural de la columna, provocando una condición conocida como hiperlordosis.
Tienes mala circulación en las piernas: Estar sentada mucho tiempo provoca lenta circulación de la sangre, causando que el fluido se estanque en las piernas. Esto coacciona una variedad de padecimientos desde varices, tobillos hinchados entre otros.
Los huesos se ablandan: Mientras mantienes en movimiento tus huesos se engrosan y fortalecen para facilitar la actividad, pero cuando no lo estás se ahorran recursos. Por ello estar mucho tiempo sentada aumenta las probabilidades de osteoporosis.
El cerebro funciona mal: Moverse estimula el bombeo de sangre y oxígeno a través del cerebro, además desencadena la liberación de diversos productos químicos e influye en el estado de ánimo. Al estar mucho tiempo sentada estas funciones decaen, incluyendo la función cerebral.