Francia debe reconsiderar su cultura de seguridad, dijo el lunes el primer ministro francés, Manuel Valls, en medio de un creciente escándalo por la gestión del despliegue policial en Niza la noche del mortal ataque durante el Día de la Bastilla.
«Necesitamos un profundo cambio en nuestra cultura de seguridad» tras el ataque de Niza en el que murieron 84 personas, dijo Valls en declaraciones a la televisora BFM.
El primer ministro no entró en detalles. Sin embargo, Valls defendió al ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, que enfrenta acusaciones sobre que su oficina presionó a un funcionario local para que ocultara la escasa presencia de policía nacional la noche del 14 de julio. Cazeneuve ha rechazado las acusaciones y anunciado que presentará demandas por difamación.