Los cuadros de angustia y de estrés suelen ser también otras de las razones por las que una persona se muerde las uñas
La onicofagia, popularmente conocido como “comerse las uñas”, es un problema muy habitual a cualquier edad y puede traer muchas consecuencias negativas para la salud.
Si bien podemos pensar que solo se trata de algo estético, lo cierto es que morderse o comerse las uñas conlleva enfermedades o dolencias que vale la pena evitar.
En este artículo te contaremos por qué es un mal hábito que debes erradicar.
Motivos para comerse las uñas
Morderse las uñas es una manía que miles de personas tienen y desarrollan desde la infancia. Aunque la mayoría de nosotros ha pasado alguna vez por esa situación, solo algunos la mantienen a lo largo de los años.
Una de las características más destacadas de este hábito es que no nos damos cuenta de él. Es decir, que se hace de manera inconsciente mientras miramos televisión, viajamos en metro o hacemos la fila del mercado.
Por esta razón se torna muy difícil dejar de morderse las uñas. Aunque sepamos que queda antiestético, nos duelan los dedos o incluso dejemos de hacer otras actividades por quitarnos el último pedacito de uña… Lo seguimos haciendo.
Es necesario establecer cuál es el origen de esta manía. La principal causa, según las investigaciones, es la ansiedad.
Esto significa que al comerse las uñas, la mente encuentra una vía de escape para los problemas, las preocupaciones o los sentimientos negativos.
Los cuadros de angustia y de estrés suelen ser también otras de las razones por las que una persona se muerde las uñas. Con el paso del tiempo este hábito pasa a ser como un “tic nervioso”, incontrolable y cotidiano.
¿Cómo dejar de comerse las uñas?
Para abandonar esta manía muchas mujeres tienen en cuenta la estética. En el caso de los hombres puede ser un poco más complicado, pero no imposible.
Quizás hayas probado esmaltes con sabor amargo, vendarte las uñas o incluso “pagar” una multa poniendo monedas en un frasco cada vez que te descubrías mordiéndote los dedos…
Sin embargo muchas veces necesitamos de otro tipo de “incentivos” para poder dejar un mal hábito (como ocurre también con fumar o beber alcohol): saber qué problemas ocasiona.
El hecho de comerse las uñas afecta tanto su crecimiento como su estructura al generar microrroturas en las diferentes capas. Por eso crecen de forma desigual y no cubren toda la superficie del dedo.
¿Qué efecto tiene morderse las uñas?
Dentro de las consecuencias de tener este hábito podemos diferenciar dos grandes grupos: físicos y psicológicos o emocionales.
En cualquier caso, vale la pena tenerlos en cuenta si queremos dejar de comernos las uñas o si buscamos más razones para hacer el esfuerzo e intentarlo una vez más:
Falta de crecimiento
Cuando la uña es mordida hasta lo más profundo tarda mucho en volver a crecer y, si lo hace, será de forma inadecuada. Esto, por ejemplo, provoca que los dedos no se vean bien y afecten la belleza de las manos.
Dolores
Al querer tomar algún objeto, abrir un envoltorio, usar herramientas, escribir en el ordenador o en el móvil el dolor es insoportable. No podemos realizar nuestras actividades cotidianas de manera eficaz ya que el simple contacto de los dedos con cualquier material nos paraliza.
Enfermedades bacterianas
Las uñas son un sitio “ideal” para que proliferen bacterias de todo tipo debido a que los dedos están constantemente manipulando objetos que pueden estar contaminados o sucios.
Entre las especies más “populares” que se desarrollan debajo de las uñas están la Salmonella y la E. Coli (ambas transmitidas por alimentos crudos).
Cuando nos llevamos los dedos a la boca automáticamente estos microorganismos pasan a las mucosas y, desde allí, directos al interior de nuestro cuerpo, donde causan estragos.
No obstante, para algunos médicos aquellos que se muerden las uñas tienen el sistema inmune más fuerte debido, justamente, al ingreso de estas bacterias: el organismo ha sabido defenderse de ellas y ya no enferma.