Sin mencionar a Donald Trump por su nombre, la primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, intervino el lunes en la Convención Nacional Demócrata y pintó una imagen sombría del candidato republicano que contrastaba con su brillante descripción de Hillary Clinton como una mujer que se ha preocupado por los niños y los desfavorecidos durante toda su vida.
Michelle Obama ofreció la apasionada llamada a la acción de una madre y ofreció al país a Clinton como una mujer con corazón, y una futura presidenta que nunca “cede bajo presión” ni toma el camino fácil.