Es difícil no sentirse seducido con la realidad virtual que Venezolana de Televisión presenta a sus televidentes
La tecnología en el siglo 21 ya da para todo. Desde los inventos más novedosos, hasta los más extravagantes e inútiles se pueden encontrar por doquier. Van desde video juegos violentos, hasta robots que amenazan con quitarles el empleo a los seres humanos. Estamos a merced de lo virtual.
Por ahí apareció una aplicación de último grito en telefonía móvil llamado Pokemon Go. Solo debes tener un teléfono de los llamados inteligente para conectarte entre lo virtual y la ficción, que le da al usuario una mezcla de sensaciones, y que permite que te escabulles en un mundo abstracto que te crea adicción, aunque cuando apagas tu teléfono vuelves a la cruda realidad.
Lo mismo te puede suceder con el canal de todos los venezolanos (Venezolana de Televisión). Te quedas mirándolo por un buen rato y te sumerges en un mundo de maravillas, entras en un mundo virtual que casi se mezcla con lo real, te dan ganas de quedarte ahí.
Y es que es difícil no sentirse seducido con la realidad virtual que dicho canal te vende o presenta a sus televidentes. Un país sin problemas, sin colas que hacer para comprar alimentos, una inflación que no es culpa de nadie sino inducida, no hay inseguridad, vaya, quien no quisiera quedarse ahí en ese país que te presenta VTV Pokemon Go, digo Venezolana de Televisión, que al igual que con la aplicación de telefonía móvil caes en la realidad no en este caso apagando el teléfono como sucede con el juego, sino que pisas tierra cuando apagas el televisor y sales a la calle, donde te encuentras en la cruda verdad, la cual discrepa con lo presentado en dicha televisora.
Me dirán monotemático al referirme mucho a este tema. Pero es difícil no llamar la atención sobre eso. Ante una realidad que vivimos día a día, nos quieren tomar por pendejos tratando de ocultar algo que es imposible de esconder. A los amigos periodistas del canal les digo que es un error comunicacional desligarse de los problemas del ciudadano común. Recuerden que son comunicadores sociales y hago hincapié en la última palabra: “sociales”. Pero así estamos.
Key Medina
aporrea.org