No es de extrañar que la reacción inmediata cuando se descarga Snapchat por primera vez sea: «¡No entiendo nada!».
Y es que sí, es una red social que realmente opera de manera distinta a las demás.
Snapchat corta con la idea de la permanencia, con el concepto del favorito o del «me gusta» y con el medidor de popularidad que se ve reflejado en el número de seguidores. Nadie sabe cuántos ven tus publicaciones y nadie sabe a quiénes sigues, excepto tú.
En Snapchat, los videos y fotos publicados sólo ponen en evidencia a sus usuarios durante 24 horas.
Pasado un día, lo que se haya subido desaparece del historial y los mensajes que se envían por chat se auto destruyen tan pronto son leídos por quien los recibe.
Sin importar la edad que tengas, no es fácil entender Snapchat en un principio.
En Snapchat está permitido mostrar nuestra peor cara, nuestras torpezas y defectos que generalmente suelen ser maquillados en otras redes sociales.