Pedro Pérez nunca estudió teatro ni música ni baile, pero es un personaje muy popular en la farándula venezolana
Antes de comenzar la primera función del espectáculo Budú y sus noches de censura, el cual hace temporada en el teatro Urban Cuplé de jueves a domingo, su director y productor, además de actor, Pedro Pérez -quien no es otro que Budú-contó algunas cosas de su vida profesional, un tanto de sus intimidades, y de cómo entretiene a la audiencia teatral caraqueña, por ahora.
Toda una figura
–¿Por qué su apodo o cognomento es Budu?, preguntamos.
–Me lo puso el pana Nigga y se inspiró en que yo tengo una figura gruesa, o gorda, soy pelón, como el legendario Buda y para evitar el chalequeo se quedó Budú.Y me gusté y me quedé así. Eso fue hace años.
–¿Dónde y cuándo nació?
–Mi mamá y mi papá Pedro Pérez, a quien nunca vi más de cinco veces en mi vida, me hicieron nacer aquí en Caracas el 18 de junio de 1975, creo que fue en la Maternidad Concepción Palacios, donde nacemos muchos caraqueños. Ya estoy viejo. Yo soy padre desde los 16 años y ya tengo cinco hijos y hasta un nieto. Pero creo que me hacen falta muchas décadas más de vida y de diversión. Quiero ver crecer a mi familia.
–¿Estudios?
–Nunca estudié teatro ni música ni baile.Todo lo que hago lo aprendí en la calle. No tuve ninguna de esas capacitaciones. El actor Jorge Palacios, con quien participé en la película venezolana Puras joyitas, de César Oropeza y Henry Rivero, me dijo ‘quédate en el mundo de la television y el cine, porque la pantalla y la fotografia te aman, tu eres una persona que gustas mucho”. Eso me lo dijo Palacios y eso nunca se me olvidará. Canto e interpreto varios instrumentos desde muy temprana edad, tambien soy bailarín. Yo estoy en la farándula desde el año 2003, cuando debuté con la agrupación musical “Vagos y Maleantes” y dejé de ser Pedro Pérez y comencé a llamarme Budú. Es mi conversión al mundo legal. En cierta forma, dejé a Pedro Pérez atrás y la música popular, el hip hop,el rap me capturaron.
–¿Y el teatro?
–Yo prefiero que tu veas mi show y me hagas una crítica, siempre quise que tu vieras lo que yo hago, pero te adelanto que somos cuatro personajes, muy distintos entre si. Ahí actúo al lado de otros tres personajes, creados gracias a Leo Salazar, José Manuel Gómez y Kandy Strauss. Todo lo que hacemos es puro humor negro, improvisamos y lo más importante es que hablamos de sexo sin ningún tipo de restricciones e inhibiciones. Somos tres hombres y una mujer, quienes convivimos en un apartamento; todos nuestros personajes tienen diferentes puntos de vista para abordar la temática sexual y todo con mucho humor negro, para decirlo de alguna manera. Nosotros estamos muy unidos y nos ayudamos. Siempre nos estamos reuniendo para afinar detalles, alimentar a los personajes, estamos día a día conversando e investigando. Eso es súper positivo. Aquí no estamos como divos ni malos compañeros; yo les he inculcado eso. Siempre estar unidos y hablar en los malos y buenos momentos. Creo que ahí está la clave para permanecer juntos.
–¿Pero qué abordan en esa obra teatral a la cual me invitas?
–El teatro no se cuenta, pero ahí se muestra cómo tener sexo sin ningún tipo de tabú y le damos ese toque de humor para que el espectador se parta de la risa mientras describimos nuestras experiencias. Se tocan diferentes temas relacionados al sexo, entre ellos relaciones de parejas, problemas que puedan tener en la intimidad y en la práctica, entre otros. Así como también habrá opiniones encontradas entre todos los actores. Yo soy el ordinario, el más grosero de los cuatro, el que habla claro y sin pelos en la lengua; Salazar es el gay que todas las mujeres aman, él les tapa todas sus sinvergüencerías; Gómez es el galancito que utiliza palabras rebuscadas en la conquista; y Kandy es la despampanante Diva, de esas que hoy señalamos como la bendecida y afortunada.
–¿Y hablando de negro y de negritud, usted está consciente de que hay discriminación racial en Venezuela?
–Yo, por mi color oscurito, fui discriminado al principio, pero cuando comencé a imponerme con mi música, mi baile y mi actuación, eso cambió. Al parecer me aceptaron. Aquí estoy, echando pa’lante, como tiene que ser.
–¿Y el cine?
–Tengo varios trabajos, pero lo que más me tiene pendiente es la película con Edgar Ramírez,me refiero a Manos de Piedra, donde además participa nada más y nada menos que Robert de Niro. El director es el venezolano Jonathan Jakubowicz, encargado de ese film que refleja la vida del popular boxeador panameño Roberto Durán, donde además trabaja Rubén Blades.
E.A. Moreno-Uribe