¿Cuál fue el ejemplo que nos dejó Jesucristo? ¿Cómo fue su actitud hacia las demás personas? ¿Cómo actuó ante las diferentes situaciones que tuvo que afrontar?
En las Santas Escrituras encontramos las respuestas a estas y otras preguntas que debemos hacernos diariamente, para saber si estamos siguiendo sus pasos e imitar su forma de vida.
La Biblia nos habla de un Jesucristo amoroso, compasivo, paciente, justo, humilde, sincero, bueno y muchas más virtudes, que lo identificaron y lo diferenciaron del mundo.
Todas esas características también deben estar en nosotros, si es que verdaderamente le hemos entregado nuestra vida para que sea nuestro Señor y Salvador.
Jesucristo nos dice en el evangelio de Juan 5:24 “Ciertamente les aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida”.
Cuando vemos el amor del Padre Santo hacia nosotros, enviando a su Hijo a morir por nuestros pecados en una cruz y al Hijo de Dios, obedeciendo el mandato de su sacrificio para nuestra salvación, lo menos que podemos hacer es dar las gracias por tan inmerecido regalo.
Hay numerosos versículos en la Biblia que hablan del ejemplo de Jesucristo, entre ellos podemos mencionar los siguientes:
“Les he dado el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes”, Juan 13:15.
“Para esto fueron llamados, porque Cristo sufrió por ustedes, dándoles ejemplo para que sigan sus pasos”, 1era de Pedro: 2.21.
“Carguen con su yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón y encontrarán descanso para su alma”, Mateo 11:29.
El cristianismo no es una religión, es entregar nuestra vida a Jesucristo y aceptarlo como nuestro Señor y Salvador.
Dios te bendiga y te guarde. Hasta el próximo encuentro con La Palabra de Dios.
Lic. Beatriz Martínez (CNP 988) beaperiodista@hotmail.com