Desenterrar el ombligo
Hay que frenar la desbarloventeñización con proyectos y contraloría social de la gente, sin temor a denunciar lo que está andando mal…
Nunca antes Barlovento había tenido tanto de sus hijos en el poder. Nuestra subregión está constituida por seis municipios, más de medio millón de habitantes, hermosas playas, tierra agrícolas A-1 para autoabastecernos agropecuariamente como lo hacíamos a mediados del siglo XX, al punto que con el excedente abastecíamos a Caracas.
En estos diecisiete años de proceso bolivariano, hemos tenido en el alto gobierno a dos vicepresidentes de la república, ministros, gobernadoras (Antonia Muñoz, primera gobernadora afro en el país, doctora en Agricultura, hoy marginada), una chorrera de viceministros, altos cargos gubernamentales, presidentes de corporaciones, diplomáticos, el Instituto ahora Universidad Argelia Laya, diputados a la Asamblea Nacional, todas las alcaldías de Barlovento pertenecen al proceso bolivariano. Pero, ¿por qué carajos Barlovento se ve como una zona descontrolada? ¿Por qué no estamos produciendo lo que comemos? Porque no hemos tomado la iniciativa de hacer un reencuentro entre los burócratas enquistados en el gobierno y los intelectuales orgánicos, activistas, académicos, agricultores y profesionales para autonalizarnos y develar nuestra problemática, buscar las causas que las originaron en una perspectiva de críticas y autocrítica, para ver dónde le estamos fallando a la tierra donde tenemos enterrado el ombligo. ¿Indiferencia? ¿Prepotencia? ¿Reproducción de los vicios de la cuarta república? “Guá… qué vaina ta’ pasando familia”, me dijo una mujer de mi barrio cuando recibía una bolsa con dos paquetes de Harina Pan y un pote de Axión… Estaba arrechísima y me dijo indignada: “esos carajos creen que rellenaré la arepa con Axión”. Esta señora antes tenía su conuco en Río Chico Arriba, pero la delincuencia ya no la deja entrar a recoger sus frutos que con tanto sacrificio sembró.
Avanza la desbarloventeñización
Algunos alcaldes saben que hace más de diez años les proyecté lo que pudiera suceder en Barlovento si no se tomaban alguno correctivos. El profesor y exdiputado del Parlamento Andino, Luis Bigott, me acompañó en una ocasión para exponer nuestra experiencia sobre el estudio que hicimos en conjunto sobre el modelo paramilitarizado de la delincuencia colombiana combinado con narcotráfico y sus primeros pasos en nuestras comunidades. Recuerdo que un sector ortodoxo del PSUV, cuando escribí hace tres años sobre la descomposición social de Barlovento, me llamó contrarrevolucionario, pero fue la segunda advertencia que hacía sobre el camino que estaba tomando nuestra región. Descomposición de la familia, delincuencia compensadora, familias enteras que fueron cediendo al aplauso cuando un hijo llegaba con una moto, un carro, zapatos de última moda… Y agarré ahí mamá… sin que la familia preguntara de dónde sacaban esos bienes. Por otro lado, hablábamos del mal modelaje de los dirigentes del partido y los representantes gubernamentales por su falta de humildad, el no sentarse hablar sobre los problemas cotidianos de la gente. Monopolizar el reparto de casas y apartamentos, para repartirlos a sus amigos y amigas, así como los carros. Llegar con una cuadra de guardaespaldas para demostrar que están blindados, protegidos y apoyados, entre otras prácticas opulentas que destilaban y destilan… examen de heces. Barlovento nos duele. Las organizaciones afrodescendientes gubernamentales, por otro lado, como me dijo otra señora. “Pero Chucho, qué hace esa gente… ¿Marchan, tocan tambor, menean el fundillo para mentirle al presidente de que todo ta’ de pinga?”
Hay que frenar la desbarloventeñización con proyectos y contraloría social de la gente, sin temor a denunciar lo que está andando mal… es el mejor homenaje que se le puede hacer a Chávez, que visitó más de siete veces nuestra región con proyectos concretos que la burocracia y el despilfarro se tragaron.
Asesinatos de líderes
El municipio Acevedo es testigo de cómo la delincuencia se ha ido paramilitarizando con alta tecnología y haciendo asesinatos selectivos de líderes sociales y del PSUV. ¿Quién se acuerda de los tres directores asesinados de la Alcaldía de Acevedo? ¿Sabe usted de las amenazas constantes a las cuales es sometido el alcalde Juan Aponte?, que por cierto, debe tener cuidado cuando aborda estos temas públicamente. El asesinato del joven concejal suplente y jefe político de la parroquia Aragüita, Jean Carlos Aranguren, y recientemente el acribillado dirigente del PSUV Fernando Sojo en su propia casa, nos dice que estamos ante un fenómeno similar al Bacrim (bandas criminales) de Colombia, que son bandas que surgieron después de la desmovilización paramilitar uribista entre los años 2003 y 2006.
El caso del dirigente Fernando Sojo ha sido el crimen político más horrendo ocurrido en los últimos tiempo en Barlovento, casi parecido al del líder comunal Mayora, quien fue descuartizado… ¿Lo recuerdan? Altos dirigentes del PSUV, diputados, diputadas, vicepresidente… la vida en Barlovento no está valiendo nada… casi un muerto por dia… ¿qué carajos vamos a hacer? Es parte de nuestra responsabilidad. Actualmente, no muy pocos niños de Barlovento tienen como aspiración ser miembros de una banda para tener alienación material y superficial. Insisto, del gobernador invisible de Miranda no esperemos más que el silencio cómplice.
CHU CHE RÍAS
***Están proponiendo a personas que no cubren los requisitos para recibir la prestigiosa orden José Leonardo Chirino que propusimos en el 2005. También la afroineptitud y el afroprotunismo de algunos miembros de Conadecafro pretenden burocráticamente apoderarse de todos los cargos gubernamentales del Estado abiertos a los afro para congelar las aspiraciones cimarronas de miles de afrodescendientes.
***En el ministerio de Educación se debe reorientar y darle el estatuto que Chávez dio a la Comisión Presidencial Contra la Discriminación Racial y contra el Racismo en el sistema educativo, la cual debe ser reestablecida y ser dirigida por los más capaces y sensibles al tema del racismo. Rodulfo, mosca con eso.
***Las agrupaciones culturales afro y las cofradías de San Juan de Caracas exigen reunirse con el hombre de la colita, el actual ministro de Educación, Freddy Ñáñez, sin cambiarle la a por la o, ni la e por la a.
“Esta señora antes tenía su conuco en Río Chico Arriba, pero la delincuencia ya no la deja entrar a recoger sus frutos que con tanto sacrificio sembró…”