Artículos escritos para La Voz por los profesores de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela. La responsabilidad de las opiniones emitidas en sus artículos y Notas Internacionales es de los autores y no comprometen a la institución.
Un día para Mandela
“Aprendí que el coraje no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él…”
Nelson Mandela
María Gabriela Mata Carnevali
El 18 de julio se celebró el Día Internacional de Nelson Mandela, promocionado por la ONU. En la resolución 64/13 de la Asamblea General se destaca, sobre todo, su labor humanitaria en los ámbitos de la solución de conflictos, las relaciones interraciales, la promoción y protección de los derechos humanos, la reconciliación, la igualdad entre los géneros, los derechos de los niños y otros grupos vulnerables, y la defensa de las comunidades pobres y subdesarrolladas. Se reconoce también su contribución a la lucha por la democracia a nivel internacional y a la promoción de una cultura de paz.
Es un llamado anual a la acción para que en todo el mundo las personas se den a la tarea de servir a los demás y mejorar así las comunidades donde viven. El lema ‘¡Pasa a la acción, inspira el cambio!’, resalta la importancia de trabajar juntos para construir el cambio que deseamos ver. Ese es el mejor homenaje que se puede rendir a un hombre extraordinario que, con su firme creencia en la justicia y la igualdad entre los seres humanos, demostró que una persona podía marcar una diferencia.
Mandela,»Madiba» para su pueblo, fue uno de los estadistas más respetados del mundo y una fuerza moral en las relaciones internacionales. Dirigió su amado país, Sudáfrica, a través de una «revolución negociada» para reemplazar el brutal régimen del Apartheid por una democracia multirracial, transfiriendo el poder de la minoría blanca a la mayoría negra sin el baño de sangre que muchos supusieron era inevitable. Hizo historia, y en el proceso se convirtió en «un auténtico héroe», «el mito detrás de la creación de la nueva Sudáfrica» y “el sueño personificado de un mundo mejor”.
En diciembre del 2015 se decidió ampliar el alcance de este día a fin de promover condiciones de encarcelamiento dignas, sensibilizar acerca del hecho de que los reclusos son parte integrante de la sociedad y valorar la labor del personal penitenciario como servicio social de particular importancia. Esto en consideración de los 27 años que pasó como preso de conciencia primero en la isla Robben y después en las cárceles de Pollsmoor y de Víctor Verster.
Fue enjuiciado y sentenciado por “terrorista”. ¿Mandela, un «terrorista» o un luchador por la libertad? ¿El ANC, su partido, una organización «terrorista» o un movimiento revolucionario? Es fácil criticar el recurso a la violencia tras el triunfo sobre el régimen del Apartheid, pero la verdad es que la rebeldía se convierte en un deber cuando la disidencia no es un derecho. Según la mayoría de sus biógrafos, fue en prisión donde se consolidó «su generosidad de espíritu», y el fogoso joven Mandela evolucionó en un digno líder, convencido de que la reconciliación sería esencial para la supervivencia.
Todos tenemos el poder de transformar el mundo, la posibilidad de dejar huella al igual que él lo hizo.
¡Pasa a la acción, inspira el cambio! ¡Amandla!
http://www.amnistia.ong/profile/MariaGabrielaMataCarnevali
NOTA INTERNACIONAL
El diálogo
Félix Arellano
En el escenario mundial, la construcción de reglas que faciliten la convivencia de la diversidad de actores, representa un gran reto. Paradójicamente, la tendencia es que los Estados insisten en su autonomía y en la descentralización internacional; pero el escenario anárquico es un gran riesgo para los Estados; de allí la conveniencia de acordar reglas mínimas de funcionamiento y la necesidad de cumplirlas.
En la clásica visión del realismo político, el uso del poder representa la clave para la construcción de gobernabilidad, el poder hegemónico impone las reglas, las armas y el poder militar son las bases para definir la dinámica de funcionamiento. Pero, esta visión tiene limitaciones, entre otros, los costos, su vulnerabilidad y el carácter asimétrico.
Las nuevas tendencias evidencian que el diálogo y la cooperación son la clave para la construcción de gobernabilidad y democracia eficiente y el diálogo debe reunir unas condiciones básicas: debe incluir a la diversidad de actores, no deben existir exclusiones; debe ser transparente; debe desarrollar bajo la acción libre y voluntaria de los participantes.