Un helicóptero de transporte ruso fue derribado en Siria el lunes y las cinco personas a bordo murieron, informó el Kremlin.
El Mi-8 fue derribado el lunes en la provincia de Idlib mientras regresaba a una base aérea rusa en la costa siria tras una entrega de ayuda humanitaria en la ciudad de Alepo, explicó el ministerio de Defensa en un comunicado.
Se trató del incidente más sangriento para el ejército ruso desde que se involucró en la guerra civil de Siria.
A bordo del aparato iban tres tripulantes y dos oficiales del centro de reconciliación ruso en la base aérea Hemeimeem, sobre la costa siria.
«Por lo que sabemos de la información proporcionada por el ministerio de Defensa, todos a bordo del helicóptero murieron», dijo el vocero del presidente Vladimir Putin.
Los rusos «murieron heroicamente porque trataron de alejar el aparato para minimizar las pérdidas en el terreno», dijo el vocero Dmitry Peskov.
Videos descargados por la oposición siria en internet mostraban los restos en llamas de un helicóptero ruso.
En uno de ellos se ve un lanzacohetes junto a los restos, además de gente que toma fotos con teléfonos celulares y grita «Allahu akbar», Dios es grande en árabe.
Es el incidente más mortífero que han sufrido las fuerzas rusas desde septiembre, cuando Moscú empezó a realizar incursiones aéreas en apoyo de las fuerzas del presidente sirio Bashar Assad.
AP