Se está configurando un nuevo pacto político para la convivencia a partir de la lucha que se libra en amplios sectores de la población por el acceso a bienes materiales de subsistencia
En trabajo anterior afirmábamos que podría estarse desarrollando en el país «una nueva cultura política de solidaridad, participación y organización», por oposición y en respuesta al debilitamiento de los lazos colectivos y comunitarios, baja asociatividad y alta desconfianza en conjunción con un proceso de despolitización.
En ese sentido, planteamos que se está configurando un nuevo pacto político para la convivencia a partir de la lucha que se libra en amplios sectores de la población por el acceso a bienes materiales de subsistencia. No se trata de un pacto de élites, ni constitucional como tal, o de carácter oligárquico y excluyente. Por el contrario, está en curso una espontánea estrategia ciudadana de concertación social que se enrumba a un imperioso pacto de solidaridad, a un necesario pacto de sana convivencia en el que todos tengan cabida, a un pacto que lleve asociado principios como la justicia social, la participación ciudadana y la igualdad. Pacto que emerge del nuevo tejido asociativo en torno a las nuevas formas de lucha por la subsistencia y que, a su vez, posibilita el acceso a una multiplicidad de actores, hasta ahora simples observadores de lo que se decide a otros niveles.
Condiciones que indudablemente fortalecen el tejido social «solidario», promueven y albergan mecanismos de participación ciudadana en la gestión de lo público. Surgen nuevos vínculos con miras a conseguir objetivos comunes que activan las redes sociales, promueven la ciudadanía participativa y no necesariamente se presentan acompañados por un interés político.
Desde allí, desde abajo no sólo irrumpen nuevas formas de asociatividad sino también nuevas dimensiones en el que-hacer político, como son la inclusión y participación en torno a objetivos comunes. Desde allí brota un capital repolitizador que revierte en forma espontánea y desde las propias bases la despolitización. Capital que no debe ser despreciado y que debería articularse con cualquier estrategia nacional de diálogo, convivencia y paz.
Un nuevo imaginario político-democrático podría estar surgiendo de abajo hacia arriba.
Maryclen Stelling
aporrea.org