Empleado de la propietaria de una parcela habría sido el responsable del crimen de la incansable luchadora social
Vecinos del parcelamiento Fincamar, en la vía a Sotillo, Municipio Buroz del estado Miranda, dijeron adiós a una extraordinaria y gran mujer, símbolo de coraje y resistencia, la señora Olga Pozo, propietaria de una parcela en plena producción agrícola y permanente luchadora por las mejores reivindicaciones del sector, quien fue cruelmente asesinada por un joven a quien ella brindó su apoyo moral y material al darle empleo en su finca, lo cual, según los vecinos, destaca rudamente la descomposición moral de la sociedad. Resaltan que las autoridades ya dieron con el paradero del malhechor y está tras las rejas
Olga organizó las reuniones para conformar el consejo comunal de Fincamar y las comunidades vecinas y permaneció de pie firme en su propósito de lograr mejoras y soluciones a los problemas del parcelamiento, tales como inseguridad, alumbrado, el mejoramiento de la vialidad, restauración del portón de acceso, la siembra de chaguaramos, entre otros aportes.
Esta ciudadana, de acuerdo a lo referido por sus vecinos, nunca desmayó a pesar de la falta de apoyo y cooperación de los parceleros; incluso, cuando ocurrió el último deslave auxilió a las personas afectadas alojándolas en su casa y buscando ayuda para recuperar los enseres perdidos.
Luchó contra las invasiones y fue, en resumen, un símbolo de la solidaridad y el respaldo vecinal, razones por las cuales su presencia será imborrable entre quienes conocieron de su trabajo a brazo partido.
Los vecinos anunciaron que pedirán a las autoridades competentes el cambio de nombre para que este sector pase a llamarse «Parcelamiento Olga Pozo», al mismo tiempo que hacen un llamado al gobierno municipal, al regional y nacional, para que hagan esfuerzos conjuntos que ayuden a eliminar este terrible flagelo del crimen que arrebata vidas valiosa como en este caso ocurrió con Olga.
Rita Núñez Góngora, en nombre de los vecinos, le ruega al alcalde «que asuma el rol de defensor de la integridad y la seguridad física de nuestros ciudadanos, porque con esta enfermedad social del hampa desatada cada día serán menos quienes se dispongan a insertarse en este territorio que es un potencial para el desarrollo agrícola y turístico», culminó.
LV