Quienes hasta hace poco efectuaban dos elecciones anuales y se jactaban de haber perdido solo una vez, ahora nos dicen que ya es tiempo de no seguir haciendo elecciones y que se opondrán, con todos los medios posibles, a que se sigan realizando
Los otrora “valerosos” combatientes revolucionarios, que hacían “estremecer” los cimientos de los gobiernos adeco-copeyanos con sus acciones en Las Tres Gracias, todas ellas llenas de contenido claramente clasista, hoy parecen gallinas despavoridas ante la simple mención de una confrontación electoral. Aquellos que destruían miserables busetas del transporte colectivo, propiedad de “grandes empresas transnacionales”; que extendían sus acciones revolucionarias a la destrucción de vehículos de servicio de la Cantv y de la Electricidad de Caracas, que en duras batallas enfrentaban a piedras a la Policía Metropolitana, pero siempre desde la seguridad de la Ciudad Universitaria, hoy le temen a enfrentar hasta una elección de condominio en los edificios de la Misión Vivienda. Quienes hasta hace poco efectuaban dos elecciones anuales y se jactaban de haber perdido solo una vez, ahora nos dicen que ya es tiempo de no seguir haciendo elecciones y que se opondrán, con todos los medios posibles, a que se sigan realizando.
Su cobardía los lleva en el presente a no aceptar lo que antes consideraban como la manifestación más clara de la voluntad popular. Lejos quedó la Batalla de Santa Inés, dirigida por el comandante de elecciones, que no de batallones, Hugo Chávez Frías. Tienen todos los poderes legales en sus manos: el CNE, el TSJ, el Poder Moral Republicano, la FANB, además de disponer de los colectivos de delincuentes en barrios y ciudades, esos grupos de atorrantes que agreden, asesinan y atemorizan a los habitantes pobres de nuestro país, que saquean y destruyen laboratorios de investigación que están al servicio del pueblo, como los del Instituto de Medicina Tropical de la UCV. Poseen todas las herramientas legales e ilegales, así como un aparato publicitario pagado con fondos públicos y una serie de profesionales mercenarios, comprados en diferentes formas, y sin embargo le tienen miedo a cualquier elección o consulta popular.
Ya suspendieron inconstitucionalmente, con el acuerdo de la MUD y los neo-interventores extranjeros, los comicios de gobernadores y consejos legislativos regionales. Sin decirlo, hechos los pendejos, sin tener que fijar fecha ninguna, en silencio, cual delincuentes, dejan de hacer unas elecciones que están obligados a realizar, mientras la gente en general le presta poca atención a esta delictiva medida, encandilados como están con el referendo revocatorio presidencial. Mientras no se sabe si el revocatorio se efectuará este año, sí sabemos que no habrá elecciones regionales en diciembre. La dirigencia de la patria, la que dice va a enfrentar la invasión imperialista, la “empeñada” en construir el socialismo del siglo XXI para oponerlo al capitalismo mundial, le tiene terror a unas simples elecciones. Ver para creer.
Luis Fuenmayor Toro