El jamaicano Usain Bolt se convirtió en el primer atleta de la historia que conquistas tres títulos olímpicos consecutivos de 100 metros al imponerse en la final de los Juegos de Río con un registro de 9.81.
Ninguno de sus rivales fue capaz de hacerle sombra pese a que hace solo un mes había tenido problemas físicos. El estadounidense Justin Gatlin volvió a colgarse la medalla de plata con 9.89 y el canadiense Andre de Grasse completó el podio con 9.91.
En un estadio Olímpico por vez primera en tres días repleto (56.000 espectadores) en su honor, Bolt se ganó al público brasileño, que le admitió como ídolo propio y coreó su nombre las tres veces que compareció en la pista, en tanto que abucheó con fuerza a Gatlin cada vez que apareció en pantalla.
Con once títulos mundiales a sus espaldas, Bolt eleva a siete su colección de medallas olímpicas y logra el primero de los tres objetivos que se ha propuesto en los Juegos de Río. Ahora le quedan los 200 metros y el relevo 4×100 para rematar su triple-triple olímpico.
Hora y media antes, Bolt ya había sembrado el pánico entre sus adversarios, a los que infligió una primera derrota psicológica. Ganó la segunda semifinal con una marca de 9.86 -su mejor registro del año- pese a ser el más lento en la salida y bajar los brazos en los últimos metros al comprobar que nadie venía por los flancos.