El futbolista brasileño Dani Alves ofreció una donación de tratamientos para la hepatitis C al país, pero ninguna de las instituciones oficiales en materia de salud lo ha aceptado
Alves donó en julio 300 tratamientos para la hepatitis C a Bolivia, como parte de una campaña de responsabilidad social que lo convirtió en el “embajador mundial de la hepatitis”.
La directora de la Asociación Civil Hepatitis C Venezuela, María Goncálvez, contactó al futbolista a través de las redes sociales para solicitar su ayuda y, a pesar de que el futbolista manifestó su buena disposición, el gobierno lo ha impedido: como parte de las condiciones para la donación, los tratamientos deben ser recibidos por un ente público de salud.
“Nos hemos citado a diario con el Ministerio de Salud, con la sanidad y el Instituto Nacional de Higiene, pero ninguna quiere aceptar la donación”, denunció.
“Dani Alves no lo hace por razones políticas, porque ya donó tratamientos en otros países. Es injusto que no permitan la entrada de las medicinas por no admitir una crisis humanitaria”, agregó Goncálvez.
Explicó que Venezuela no cuenta con un plan nacional de hepatitis C desde hace varios años. En marzo tuvo una audiencia con la ministra Luisana Melo para plantear un programa que facilite el acceso a los tratamientos que, resaltó, es de los más costosos del mundo. EN
YM