El Gobierno de Luisiana (EEUU) elevó hoy a once el balance de muertos provocados por las inundaciones que azotan a ese estado sureño desde el fin de semana y que han forzado el rescate de unas 20.000 personas
Según el centro meteorológico de esa zona ribereña del río Misisipi, las inundaciones se produjeron tras dos días de lluvia intensa en un área pantanosa y en algunos puntos por debajo del nivel del mar, en “un suceso que se da una vez cada cien años”.
La zona más afectada fue la de la parroquia de Baton Rouge este, con cinco muertes, mientras que en la parroquia de Tangipahoa se registraron tres, dos en la de St. Helena y la restante en la de Rapides, de acuerdo con cifras del Departamento de Salud de Luisiana.
El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, explicó en rueda de prensa que 8.000 personas siguen en refugios y que otras 20.000 fueron rescatadas: “Esto aún no ha terminado. Las personas que debían haber evacuado no lo hicieron, así que las estamos rescatando”.
Grandes extensiones de territorio siguen bajo el agua y unas 40.000 viviendas están anegadas, lo que recuerda al desastre del huracán Katrina en 2005, que dejó cerca de 2.000 muertos.
Además, unas 60.000 personas se han inscrito como afectados de las inundaciones para recibir ayudas del Gobierno federal y se ha declarado el estado de emergencia en unas 30 parroquias (divisiones equivalentes a los condados en Luisiana). EFE
YM