Rastros y rostros de la cultura: “Ikara y la piedra ancestral” resalta nuestras costumbres.

Una lección de respeto y amor hacia nuestras raíces, es lo que aprenderemos de esta bella historia indígena, para transformar nuestra manera de pensar, valorando la conservación de la madre tierra.
Una lección de respeto y amor hacia nuestras raíces, es lo que aprenderemos de esta bella historia indígena, para transformar nuestra manera de pensar, valorando la conservación de la madre tierra.

La historia de un niño pemón, que salió del seno de su etnia familiar para buscar la piedra ancestral (kueka) a sabiendas de que es la única que puede devolverle la salud a su abuelo enfermo, y de quien cree que aún puede aprender mucho, para llegar a ser un hombre lleno de sabiduría.

La agrupación Ecoarte viene representando esta bella historia indígena desde el pasado 13 de agosto en el teatro Sambil, para deleite de la chiquillería que gusta de disfrutar de estas obras teatrales. Escrita por Reinaldo Navas, dirigida por Silvia Ariza y producido por Kerly Palenzuela, el montaje plantea una leyenda maravillosa totalmente venezolana que nos habla de nuestras culturas ancestrales, fauna, flora y animales en peligro de extinción.

Ikara es un niño pemón, que se aleja de su etnia en busca de la piedra ancestral o “kueka”, ya que sabe que solo ella podrá devolverle la salud a su abuelo, a quien ama con todo su corazón y que sufre una terrible enfermedad. El niño emprende el viaje junto a su mejor amigo Dakon, un mono araguato muy simpático y divertido, encontrándose por el camino a Mary Vonbargen, una arqueóloga e investigadora que se ofrece a ayudarlos, pero con intenciones de sacar provecho personal de todo aquello.

La obra está montada con elementos circenses, ofreciéndonos un espectáculo con telas, pulsadas entre otros, con un elemento audiovisual de fondo en representación de la selva. En ella actúan Félix Guedez y Cruz Glod en el personaje de Ikara, Jeizer Ruiz como Dakon, Margareth Aliendres interpreta a la arqueóloga Mary Vonbargen, Cristina Colmenares hace el papel de Kapui, y Omar Salas es Alux. Acompañados en la música y audiovisual por Alejandro Escalona.

En el transcurso de la obra, ikara enseña una lección de respeto y amor hacia las raíces autóctonas transformando la forma de pensar de la arqueóloga, quien aprende la importancia de la conservación de la madre tierra y sus raíces.

Todo esto ocurre con la ayuda de Alux y Kapui, dos personajes muy fantásticos que se hacen cómplices de Ikara para ir en rescate de la piedra, que tienen secuestrada unos científicos alemanes. Al final del camino, la fe inmensa de este niño pemón hace que el cielo se conmueva y lo lleve a alcanzar la piedra ancestral y así salvar a su amado abuelo, quien representa su única familia.

La directora de la obra, Silvia Ariza Hernández, es docente de artes escénicas en el Instituto Pedagógico de Caracas, realizó estudios de música, teoría y solfeo en la escuela «José Reina» y trabajó impartiendo clases de Danza, Teatro y modelaje en diversas instituciones como Fundación del Niño, liceo Fermín Toro y Escuela Piloto José Martí. Mientras que Reinaldo Navas, el autor, es licenciado en letras egresado de la Universidad Central de Venezuela, cursó estudios de canto, danza contemporánea y voz y dicción, y participó en la compañía de artes escénicas Krear-T dónde hizo de bailarín, cantante de musicales y actor.

Ikara y la piedra ancestral se está presentando en el teatro Sambil desde el pasado 13 de agosto, todos los sábados y domingos a las 5:00 de la tarde, y las entradas pueden obtenerse a través de ticketmundo.com y en las taquillas del teatro.

Roger Vargas

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