La gran toma de la violencia

La ocasión es propicia para que los funcionarios públicos con cargos de confianza, también llamados 99, que firmaron ese 1 %, salgan y den la cara a los chavistas que inocentemente confiamos como para que llegaran a ocupar puestos de gerencia y administración

 

Como borregos al matadero convocan para una marcha las fuerzas violentas y apátrida concentradas en la Mesa de la Ultra Derecha, a la juventud venezolana y a todos los que creyeron en las palabras del septuagenario y presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, este primero de septiembre en Caracas. Y cuando digo como borrego, no es en término despectivo o altisonante, no, para nada, lo que ocurre es que muchos de esos que asistirán, creyeron el cuento del pasado 6 de diciembre de 2015 cuando la propaganda o publicidad política los sugestionó como las frases: “esta es la última cola que haré”, “esta cola es la única que vale la pena hacer” y “la MUD garantiza que eliminará las colas”. Cuando ellos aseguran que no se producirán actos vandálicos o acciones contra la propiedad pública o privada, es precisamente lo que sucederá, su plan

A son las entrevistas bonitas ante los medios nacionales privados e internacionales y su plan A.1, es que una vez terminadas las palabras de los jerarcas oposicionistas, iniciar los hechos de violencia con el cuento que chavistas infiltrados o policías del Distrito Capital a las órdenes de Jorge Rodríguez, incitaron al desorden e incendiaron la ciudad. Alerta. Fíjense que esta es la oportunidad que estaban esperando los escuálidos para armar el lío, con la excusa que el CNE no quiere dar fecha para activar el mecanismo del referendo, insisto referendo, no revocatorio, además de generar una matriz de opinión entre sus afectos que: “en la proporción de asistencia a la convocatoria, en esa proporción el CNE tiene que ordenar la recolección del 20 %”, como lo dijo Chúo Torrealba, como si la normativa legal vigente es capricho de unos marchistas de oficio.

Esta ocasión también es propicia para que los funcionarios públicos con cargos de confianza, también llamados 99, que firmaron ese 1 %, salgan y den la cara a los chavistas que inocentemente confiamos como para que llegaran a ocupar puestos de gerencia y administración; que no se confunda la gente y piensen que es una cacería de brujas, no señor, pero el gobierno revolucionario y bolivariano no puede trabajar con gente que denigra del chavismo, que desdeñe la patria, incluso que maltrate al poder popular y luego sin tapujo, dice: “¿esta es la revolución bonita de la que hablaba el difunto?” Así que a los que piensan asistir desde el interior del país, alerta, no sean carne de cañón, ni se dejen aplicar la ley del condón. Ya veo los titulares de la gran prensa: “Movilización total”, “Más de 5 millones de venezolanos acudieron a la marcha”, “Chavistas enfurecidos destrozaron el centro de Caracas”, “Alarma violencia bolivariana”, pero ni de vaina mostrarán la cadena interminable de buses y autobusetas o microbuses en los que movilizaron a la gente, previo pago de viáticos y sus respectivas promesas de que con ellos Venezuela sí tiene futuro.

Por mi parte le tomo la palabra al camarada y amigo alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez, con la Toma de Venezuela, es decir que los rojos rojitos asistiremos a las plazas Bolívar de cada ciudad, ese día haremos vigilia en el Psuv, en nuestros centros de trabajo en claro rechazo a pretensiones de estos malos políticos escuálidos y su anhelo de hacer de Venezuela una Siria o Libia, por el solo gusto de complacer a los intereses yanquis. #NoAlReferendo.

Cruz Mario Silva

aporrea.org

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