Ciberespionaje mundial
Si bien el espionaje ha existido desde hace mucho tiempo con el objetivo de obtener información secreta ilegalmente por parte de los Estados, hoy cobra mayor importancia debido a los impresionantes avances tecnológicos
Existen pocas dudas de cómo el desarrollo acelerado de las tecnologías ha impactado nuestras vidas y las relaciones entre los Estados. No todo han sido mejoras en nuestras condiciones de vida, también debemos prever los nuevos e imprevistos problemas. Si bien el espionaje ha existido desde hace mucho tiempo con el objetivo de obtener información secreta ilegalmente por parte de los Estados, empresas internacionales y otros actores de la esfera global, hoy cobra mayor importancia debido a los impresionantes avances tecnológicos, otras dimensiones, el ciberespionaje, tal como se le denomina hoy, ha irrumpido y trastocado el desarrollo de las relaciones internacionales.
Recientemente, dos empresas líderes en seguridad, una estadounidense -Symantec- y otra rusa -Kaspersky lab- han detectado un virus empleado en el espionaje informático, que ha sido utilizado contra objetivos específicos en varios países. Sostienen estas empresas que el desarrollo del potente virus es creación de la empresa Strider. El laboratorio Kaspersky lo llamó Sauron, en alusión al personaje ficticio de la legendaria saga El señor de los Anillos, creada por el autor británico J.R.R. Tolkien, debido a que aparece esa palabra en un fragmento de su código fuente.
Este virus es de tal potencia que es capaz de capturar claves, robar documentos, almacenar códigos especiales y llaves de encriptación, además ataca páginas oficiales de gobiernos, centros de investigación científica, objetivos militares, operadores de telecomunicaciones y organizaciones financieras. A este grupo Strider se le atribuyen muchos ataques cibernéticos desde aproximadamente el mes de octubre de 2011, logrando engañar a los sistemas de seguridad informática más poderosos de todo el mundo. Los ataques de esta organización se han producido contra organizaciones e individuos ubicados en Rusia, China, Suecia y Bélgica.
Sostiene la compañía rusa que una operación de esta magnitud se encuentra en la cúspide del ciberespionaje y solo pudo haber sido ejecutada con soporte gubernamental, ya que para su desarrollo se necesita la participación de varios equipos de especialistas y un presupuesto de varios millones de dólares. Además, ha comparado su ejecución con el virus Stuxnet, famoso por atacar las centrifugadoras de la central nuclear iraní de Natanz en 2010.
Sin duda este mundo cibernético en el cual nos desenvolvemos implica nuevas formas de relaciones en la esfera internacional y grandes desafíos para garantizar y proteger la privacidad de los ciudadanos y gobiernos, tarea alto compleja por las contradicciones que implica.
Carolina González
Profesora de la Escuela de Estudios Internacionales
FACES-UCV