Al menos 11 policías muertos y 78 heridos fue el resultado que dejó un camión bomba en una comisaría del sureste de Turquía, esto ocurre dos días después de que Turquía lanzara una incursión contra Estado Islámico y una milicia kurda en Siria.
El primer ministro Binali Yildirim dijo que no había duda de que el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), un grupo que ha librado una insurgencia desde hace 30 años a favor de la autonomía kurda, era el responsable del ataque.
La oficina del gobernador provincial informó que 11 policías murieron y 78 personas, entre ellos tres civiles, resultaron heridos. No hubo una reivindicación inmediata de la autoría del ataque.
La explosión en la ciudad de Cizre fue la más reciente en una serie de ataques desde que un alto el fuego con el PKK fracasó hace más de un año y tuvo lugar en momentos en que Turquía intenta recuperarse de un intento de golpe de Estado militar el 15 de julio.
Más de 1.700 militares han sido retirados de sus cargos por su supuesto papel en el golpe, entre ellos un 40 por ciento de almirantes y generales, lo que aumenta las preocupaciones sobre la capacidad del miembro de la OTAN para protegerse mientras lucha contra Estado Islámico en Siria y las milicias kurdas en casa. RE
YM