Sanciones fuerzan cambios en la Vinotinto para enfrentar hoy a Argentina en Mérida
La continuación de la eliminatoria suramericana para el mundial de fútbol Rusia 2018, hoy en Mérida, representa un reto en general para la Vinotinto, en particular para su técnico Rafael Dudamel.
La presencia de la selección argentina –sin Lionel Messi- ha despertado gran interés en la ciudad andina, donde se anunció ayer que ya habían sido agotados los boletos. El marco será el más adecuado, pues el estadio Metropolitano fue sometido a rehabilitación que incluye grama nueva y arreglos en camerinos, sala de masajes y facilidades para la prensa hasta la atención a las áreas externas. Y, especialmente, el respaldo de una afición de tradición futbolística y ávida de dar su apoyo a la selección.
Hay serias dificultades, sin embargo. Porque la Vinotinto viene de una demostración muy floja ante Colombia, que no se saldó con una goleada de escándalo gracias a la gran actuación del guardameta Dani Hernández. Ello dejó comprometidos, no solo a los jugadores, sino también al técnico Dudamel, pues el funcionamiento del equipo dejó mucho que desear. Se puso más lejos todavía la casi imposible clasificación para Rusia (solo queda en cifras) y se borró parte de la buena imagen dejada en la Copa América.
Para colmo, expulsiones y tarjetas dejaron al cuadro diezmado, lo que obliga a importantes modificaciones en el plantel. Un detalle que, junto a las escasísimas posibilidades de clasificar, hacen pensar que Dudamel pueda decidir hoy abrir campo a varios de los jugadores que forman el futuro de la selección.
En la tarde de ayer el seleccionador ofrecía una rueda de prensa en la cual quizás adelantase sobre la alineación, pero ya antes se hablaba de la posibilidad de la inclusión de José Manuel Velázquez en el centro de la defensa, junto a Oswaldo Vizcarrondo, con Roberto Rosales (o Alexander Gonzalez) en la banda derecha, y Mickel Villanueva en la izquierda. (Como se sabe, las expulsiones dejaron fuera al central Wilker Angel y al lateral Rolf Fletscher).
También Arquímedes Figuera cumple suspensión, de allí que se especulara sobre su sustituto y acompañante del capitán Tomás Rincón en la primera línea de volantes. Arles Flores, por experiencia, y Yangel Herrera (si Dudamel se va por los nuevos convocados), eran los candidatos, mientras Juanpi Añor y Adalberto Peñaranda lucían para repetir aunque el primero no completó el encuentro ante Colombia y el segundo, de mucho trabajo cooperando en la defensa, anduvo desacertado al ataque. En la delantera, Josef Martínez y Salomón Rondón eran señalados para seguir. Con Hernández, por supuesto, en la portería.
¿Rómulo Otero? ¿Jefferson Soteldo? Eran otros nombres mencionados, pero por encima de las individualidades –y los posibles cambios obligados- la atención se centra en qué podrán hacer los venezolanos frente a un rival no solo reconocido como superior, sino en este momento líder de la eliminatoria suramericana con 14 puntos, seguido por Uruguay, Colombia y Ecuador (13), Brasil y Paraguay (12) y el campeón de la Copa América, Chile (10).
Las deudas son las mismas: seguridad defensiva, tenencia del balón, capacidad ofensiva… El rival no es como para hacer pruebas, pero las circunstancias obligan y lo recomienda también el futuro, pues es preciso trabajar pensando ya en el otro lapso competitivo.
También estará en juego el respaldo generado desde el arribo de Dudamel a la Vinotinto.
-Armando Naranjo-