Cuatro muertos al
descarrilar un tren
en España
Dos españoles, un portugués y un estadounidense murieron este viernes por el descarrilamiento de un tren entre Vigo (noroeste de España) y la ciudad portuguesa de Oporto, que también causó una cincuentena de heridos, entre ellos varios latinoamericanos.
El conductor del tren, de nacionalidad portuguesa, figura entre los muertos de este accidente ocurrido en la región de Galicia. También hay dos españoles fallecidos, uno de ellos el interventor del convoy, y un estadounidense.
El gobierno regional informó de 48 personas heridas. Entre ellas, hay 26 españoles, 6 estadounidenses, 3 portugueses, dos argentinos, dos brasileños, dos uruguayos, un chileno, un alemán y un británico, informó un portavoz del ejecutivo regional.
El presidente del gobierno en funciones, Mariano Rajoy, se desplazó al lugar del suceso, en una región que hace tres años vivió el peor accidente ferroviario de España desde 1944, con 80 muertos./AFP
21 muertos y 30
heridos al precipitarse
autobús en la India
Al menos 21 personas han muerto y 30 resultaron heridas por la caída de un autobús de un puente en el estado nororiental indio de Odisha, informó a Efe una fuente de la Policía.
La fuente, de la Policía de ese estado, indicó que el autobús, que cubría un trayecto local, sufrió el accidente a la altura de la localidad de Manitri, donde cayó desde un puente que atraviesa un río con el cauce seco.
Quince personas han sido trasladadas a un hospital cercano a esa localidad y otros catorce a Angul, cabeza del distrito, mientras que otro ha sido enviado a Cuttack, la segunda ciudad en importancia del estado.
Hasta el momento, las autoridades manejan la hipótesis de una posible error o negligencia por parte conductor.
Alrededor de 146.000 personas murieron en 2015 en accidentes de tráfico en la India, de acuerdo con datos oficiales, en su mayor parte debido a la falta de respeto a las normas de conducción y al mal estado de las carreteras.
Marea humana
afluían para la gran
oración en La Meca
Casi dos millones de files afluían este viernes hacia La Meca para la peregrinación anual musulmana -el hach-, un año después de una mortífera estampida que contribuyó aumentar la fuerte tensión actual entre Arabia Saudita e Irán.
En vísperas del inicio del gran peregrinaje, que tendrá lugar el sábado, la multitud se hacía más y más densa en La Meca, donde las autoridades saudíes han reforzado las medidas de seguridad y el despliegue policial para impedir una repetición de la tragedia de 2015, que dejó unos 2.300 muertos, entre ellos más de 450 iraníes.
Este año, ningún peregrino de ese país acudirá a La Meca, tras el fracaso de las negociaciones entre las dos potencias rivales. El viernes, miles de iraníes se manifestaron en Teherán contra Arabia Saudí por su exclusión del hach.
Mientras, en la Gran Mezquita y en la explanada, decenas de miles de fieles del mundo entero rezan o pasean esperando al sábado. Vestidos con los trajes tradicionales de todos los rincones del mundo, los distintos grupos se cruzan, tratando de no perder de vista a sus acompañantes.
A la hora de cada una de las cinco oraciones diarias, militares con boina roja y uniforme de camuflaje colocan barreras de plástico verde para orientar a la multitud. Si un peregrino trata de cambiar de recorrido, es automáticamente bloqueado./AFP