El entrenador del Barcelona, Luis Enrique Martínez, ha admitido este lunes que su equipo está «fastidiado» tras la derrota «inesperada» que el sábado sufrió ante el Alavés y ha señalado que sus jugadores «tienen muchas ganas de competir» en el partido que disputarán ante el Celtic de Glasgow.
El Barcelona debuta en la Liga de Campeones y el técnico azulgrana ha enfatizado, en la rueda de prensa previa al choque, la importancia de «empezar bien en una competición tan corta», más aún después del último tropiezo liguero.
«Es básico empezar bien, básico para nuestra moral después de la derrota liguera inesperada», ha aseverado el preparador asturiano, quien ha avisado de las «complicaciones que presentará» el equipo escocés.
Antes del entrenamiento, Luis Enrique ha realizado la charla tradicional previa a un encuentro que, según ha explicado, «no ha sido diferente a los sesenta que hacemos durante la temporada», haciendo referencia a la última derrota.
No ha desvelado, sin embargo, el contenido de la misma, si bien sí que ha definido el estado de ánimo de sus jugadores tras caer ante el Alavés.
«El equipo está fastidiado, evidentemente, porque no nos gusta perder a casa, pero más allá de ese fastidio, tenemos el ciclo más corto sin descansar después de jugar el sábado. Tenemos muchas ganas de competir mañana, muchas ganas de ver un Camp Nou a tope en una competición que nos apasiona», ha subrayado.
En cualquier caso, ha admitido que le gustaría «no fallar nunca», aunque ha insistido en que como entrenador lo que le interesa es «cómo mejorar, identificar los problemas, buscar una solución y reconocer que hay aspectos del fútbol que no los puedes controlar».
Sobre el rival de mañana, espera encontrarse Luis Enrique un equipo «muy parecido» al que ya venció (1-3) en la pretemporada y ha elogiado la idea del entrenador del Celtic, Brendan Rodgers, «de jugar, asociarse y presionar la salida del balón».