La destitución de 28 alcaldes y representantes de distrito en varias ciudades de mayoría curda en el este y sureste de Turquía era una tarea pendiente desde hacía tiempo, afirmó el lunes el presidente de Turquía.
La operación debería haberse hecho antes como él quería, dijo el presidente, Recep Tayyip Erdogan, tras las plegarias al inicio el feriado musulmán del Eid al-Adha, o Fiesta del Cordero.
Los funcionarios depuestos, que fueron reemplazados por gobernadores y vicegobernadores de distrito nombrados por el gobierno, son sospechosos de trabajar con grupos a los que Ankara considera organizaciones terroristas.
La decisión, indicó el Ministerio del Interior, estaba en línea con el estado de emergencia decretado tras el fallido intento de golpe de Estado del 15 de julio.
AP