Una veintena de antisociales armados irrumpió violentamente en una fiesta que se desarrollaba en el barrio Miranda 2 de la capital mirandina y abrió fuego de forma indiscriminada, dejando saldo de cuatro personas fallecidas, según reportaron fuentes policiales.
La primera en caer herida mortalmente en la masacre registrada durante horas de la madrugada de este domingo fue Karina Coromoto Castro, de 29 años de edad, residente de Palo Alto, quien sumaba 38 semanas de gestación. Fue alcanzada por una bala en el tórax y aunque la trasladaron al Hospital Victorino Santaella (HVS), falleció pero antes los galenos de turno pudieron salvar al bebé que llevaba en su vientre; un varón, según trascendió en predios del centro asistencial capitalino.
En la escena del crimen quedaron tendidos los cadáveres de José Julián Romero Bracamonte, de 41 años de edad, residenciado en el barrio El Nacional sector Pan de Azúcar; Julio Rafael López Fúnez, de 58 años, y Julio Rafael López (28), ambos residentes de barrio Miranda 2 sector Nueva Esperanza. Todos los cuerpos presentaron múltiples heridas de bala.
Los cadáveres fueron levantados por los técnicos forenses cerca del mediodía de este domingo, cuando aún consternada la población especulaba sobre las posibles causas de los asesinatos.
“Ya en este país no se puede ni celebrar porque cada vez que se hace una fiesta termina en un baño de sangre. En ocasiones quieren entrar a la fuerza y en otras simplemente se encuentran enemigos de bandas rivales y abren plomo sin importar a quién se llevan por el medio, que es lo que se presume ocurrió aquí”, opinó Valeria Guzmán, residente de la populosa zona que amaneció convulsionada con la sangrienta noticia.
Johana Rodríguez