Según el Observatorio sirio de derechos humanos, al menos 27 barriles explosivos, el arma predilecta del régimen de Damasco, fueron lanzados en Alepo en la mañana del martes
Siria era escenario de combates y bombardeos el martes, ante los esfuerzos infructuosos de la comunidad internacional reunida en Nueva York, para poner fin a un conflicto que se prolonga ya durante más de cinco años.
«Hago un llamado a todos aquellos que tienen influencia para alcanzar el fin de los combates y el inicio de las negociaciones», pidió el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, al aludir a una quebrantada tregua en el terreno.
Poco después, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, sostuvo que el cese al fuego en Siria «no está muerto».
«El cese del fuego no está muerto», insistió Kerry, un día después de que tropas del ejército sirio declararan finalizada la tregua de una semana y reanudaran los bombardeos a posiciones rebeldes.
«Debemos continuar la difícil tarea diplomático», prometió el presidente Barack Obama, que abandonará la Casa Blanca el 20 de enero, luego de negarse durante cuatro años a toda intervención militar mayor en Medio Oriente.
«En un lugar como Siria no se puede alcanzar una victoria militar, y tenemos que continuar con la difícil tarea de la diplomacia que se propone interrumpir la violencia y hacer llegar ayuda a aquellos que la necesitan», afirmó.
En tanto, no ahorró críticas a Rusia, su principal asociado para hallar una salida a la tragedia siria, a la que acusó de buscar recuperar «su gloria pasada por la fuerza».
Las declaraciones fueron formuladas tras el breve y tenso encuentro de las 23 naciones del grupo internacional, bajo la presidencia de Kerry y su homólogo ruso, Sergei Lavrov, al margen de la Asamblea General de la ONU.
“Ambiente pesado”
El enviado de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, señaló que aún hay esperanzas de revivir el cese de hostilidades.
No obstante, admitió que todos los delegados en la reunión estaban de acuerdo en que la tregua se encuentra en peligro.
«El sentimiento general es que nadie quiere renunciar a todo esto», dijo el ministro británico de relaciones exteriores, Boris Johnson.
Por su parte, el canciller francés, Jean-Marc Ayrault, coincidió en que la reunión fue tensa pero señaló que otros países deberán ahora ayudar a Moscú y Washington a superar sus diferencias.
«Fue una reunión bastante dramática, había un ambiente pesado. Hay esperanzas. No puedo responder ahora, pero haremos todo lo que podamos», dijo.
En la visión de Ayrault, «la negociación entre Estados Unidos y Rusia llegó a su límite. Hay mucho que aún no ha sido dicho. Pero rusos y estadounidense no pueden hacer todo esto solos».
21 fallecidos en ataque
a la ayuda humanitaria
Unos 20 civiles y un miembro del personal de la Media Luna Roja siria murieron durante el ataque mientras descargaban camiones de ayuda humanitaria, según la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.
Se trata «de un día muy, muy sombrío para los (trabajadores) humanitarios en Siria y en el mundo», declaró en Ginebra el portavoz de la Oficina de coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (Ocha), Jens Laerke, solicitando una «investigación» del ataque.
Moscú y el ejército sirio negaron haber perpetrado el ataque, que se produjo tras el fin de una frágil tregua.
Según el Observatorio sirio de derechos humanos, al menos 27 barriles explosivos, el arma predilecta del régimen de Damasco, fueron lanzados en Alepo en la mañana del martes.
Por su parte, Estados Unidos anunció el martes que el grupo rebelde yihadista sirio Jund al-Aqsa -originariamente una unidad del Frente Al Nusra, rama de Al Qaida en Siria- es considerado una organización «Terrorista global».