En la asamblea se encontraban presentes trabajadores del sector petrolero, construcción de la alcaldía metropolitana, jubilados y transporte y valores, entre otros
Un grupo de sindicalistas de distintas instituciones realizaron este viernes una asamblea general en la estación Colegio de Ingenieros del Metro de Caracas, con motivo del maltrato hacia el empleado por parte de las autoridades.
Entre ellos se encontraban presentes trabajadores del sector petrolero, construcción de la alcaldía metropolitana, jubilados y transporte y valores, entre otros.
Rubén González, coordinador general, manifestó que dicha asamblea se efectuó por la lucha contra la violencia y persecución laboral hacia los trabajadores y añadió que desde que el Gobierno de Hugo Chávez han sido perseguidos. «Fui detenido 1 año y 5 meses por defender a los trabajadores de Ferrominera. Tenemos compañeros que laboran en el Hospital Clínico Universitario que han sido amenazados.
«El dirigente Pablo Zambrano sufrió una fractura en la nariz con un objeto contundente, a Mauro Zambrano le dieron una puñalada, a Eladio Mata le dieron un disparo e Iván Freites fue despedido por los sucesos ocurridos en Amuay. A Juan Crespo lo persiguió el Sebin y Romín Álvarez, trabajador de Ferrominera, está detenido injustamente hace 5 años y 9 meses», acotó González.
Eladio Mata, presidente del sindicato de trabajadores de la alcaldía metropolitana, explicó que el 30 de agosto de 2016 a las 10 de la mañana fue invitado por el sindicato del HCU a que asistiera a una asamblea de empleados y al llegar fue herido por una bala. «En la asamblea se habló sobre el pago de salario a los empleados. Debían pagarnos de 80 a 100 millones de bolívares y pagaron de 8 a 10 mil bolívares, cuando el ministerio de salud envió más de 800 millones para cancelar la deuda», resaltó.
«La directora Antonieta Caporale mandó a su gente y nos prohibió el paso al Clínico. Entonces los trabajadores se molestaron y tumbaron la puerta. Después que entramos, se me acercó un hombre llamado Zulbarán y otro sujeto apodado como «El Pico», recibiendo instrucciones de aquel para que me detonara un disparo con un arma Calibre punto 40″, enfatizó Mata.
Finalmente, Mata añadió que recibió un disparo sin piedad por el costado izquierdo de la espalda, por lo cual le quitaron 78 centímetros de intestino delgado y le partieron una arteria. «Me hicieron 8 transfusiones de sangre y duré 2 días en terapia intensiva. Ese día me sacaron del clínico porque me querían rematar y me transfirieron a otro centro de salud. Yo responsabilizo a la doctora Antonieta Caporale de todo lo que le pueda pasar a mi familia y a mi», concluyó.
Ysabel E. Atique
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