“La ira de Dios contra los que hacen el mal, para cortar de la tierra la memoria de ellos” Salmos 34:16
Seguramente este título generará opiniones controversiales entre los lectores, ya que algunos manifestarán su desacuerdo alegando que la esencia de Dios es la bondad y no puede adoptar una actitud, propia de los seres humanos.
Y tienen toda la razón, Dios es infinitamente bueno con su creación y por ello envió a su Hijo Unigénito para que pagara el precio de nuestros pecados y pudiésemos recibir el perdón y ser salvos.
Pero la ira de Dios no es vengativa como la de los humanos, porque una de las cualidades del Padre Santo que no tienen los humanos, es que es justo y por ello no acepta nada que vaya en contra de sus mandamientos porque eso es pecado y Dios no tolera el pecado.
Y de la ira de Dios se habla en las Santas Escrituras, por lo que vamos a leer algunos ejemplos:
“Por tanto esperadme, dice Jehová, hasta el día que me levante para juzgaros, porque mi determinación es reunir las naciones, juntar los reinos, para derramar sobre ellos mi enojo, todo el ardor de mi ira, por el fuego de mi celo será consumida toda la tierra”, Sofonías 3:8.
Jesucristo dijo: “….¡generación de víboras!, ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?”, Mateo 3:7
También aseveró: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna, pero el que se rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios estará sobre él”, Juan 3:36.
“Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad”, versículo 18, capítulo 1 de Romanos.
El cristianismo no es una religión, es entregar nuestra vida a Jesucristo y aceptarlo como nuestro Señor y Salvador.
Dios te bendiga y te guarde. Hasta el próximo encuentro con La Palabra de Dios.
Lic. Beatriz Martínez (CNP 988) beaperiodista@hotmail.com