Las mesas de votación en Colombia para el plebiscito sobre el acuerdo de paz con la guerrilla FARC abrieron este domingo a las 08H00 locales (13H00 GMT), bajo intensas lluvias en varios puntos del país tras el paso del huracán Matthew.
“Faltan 00 días, 00 horas 00 minutos 00 segundos para que Colombia decida”, señaló la Presidencia en su sitio web, donde realizaba una cuenta regresiva a la histórica jornada en la que 34,9 millones de colombianos están convocados a repaldar o rechazar el pacto para poner fin a 52 años de conflicto armado.
Unos 34,9 millones de colombianos están convocados al plebiscito sobre el pacto firmado el 26 de septiembre entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno de Juan Manuel Santos.
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“Para que la paz sea estable y duradera es necesario el sello de legitimidad y aprobación del pueblo colombiano”, dijo el jefe de Estado al instalar la misión de 200 observadores de 25 países que verificarán esta votación no obligatoria.
Lo negociado desde 2012 en La Habana quedará ratificado si la opción del “Sí” recoge más de 4,4 millones de votos y es superior a las adhesiones del “No”. El resultado se espera sobre las 17H00 (22H00 GMT).
El gobierno ha dicho no tener un plan B, pero según las encuestas triunfará el voto afirmativo a la pregunta: “¿Apoya usted el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera?”.
Según los últimos sondeos, la opción del “Sí” registra entre 55% y 66% de las adhesiones. El “No”, apoyado por el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), recoge alrededor del 35%.
“No entreguemos a Colombia”, ha reiterado el exmandatario y actual senador, para quien el acuerdo otorga impunidad a los rebeldes y encamina al país hacia el “castrochavismo” de Cuba y Venezuela.
Una apuesta alta
“Hay quienes arriesgan todo por continuar la guerra. Y esto hiere el alma”, dijo el papa Francisco, al saludar el acuerdo con las FARC, que también ha sido apoyado por famosos desde Shakira, Juanes y Carlos Vives, hasta Carlos “El Pibe” Valderrama y el actor colombo-estadounidense John Leguizamo.
El pacto de 297 páginas con las FARC se encamina a terminar el principal y más antiguo conflicto armado de América, un complejo entramado de violencia entre guerrillas, paramilitares y agentes estatales, con saldo de 260.000 muertos y 6,9 millones de desplazados.
“Colombia se lo juega todo en este plebiscito, en lo social, en lo económico y en político”, dijo a la AFP Jorge Restrepo, director del centro de análisis Cerac.
La profesora de la Universidad del Rosario Arlene Tickner estimó una abstención superior al 40-50% histórico en el país, pero dijo que cualquiera sea el resultado, “la voluntad de paz entre las partes es muy fuerte y el apoyo de la comunidad internacional también”, con lo cual de alguna forma se buscará implementar lo acordado.
“Votar ‘No’ creyendo que volvemos a corregir lo que queramos es una ilusión. Este es el mejor acuerdo posible”, señaló a AFP Humberto de la Calle, jefe negociador del gobierno con las FARC.
Los colombianos se dicen hartos de la guerra, pero muchos resienten hacer concesiones a las FARC, que marcó la historia reciente con masacres, secuestros, extorsiones y desapariciones forzadas.
Si se aprueba el acuerdo, las FARC ingresarán a la política legal. Unos 5.765 combatientes, según cifras de la guerrilla, deberán concentrarse en 27 sitios para su desarme y posterior reinserción a la vida civil, un proceso de seis meses que será supervisado por las Naciones Unidas.
Reparación y perdón
Como muestra de su compromiso con lo acordado, las FARC anunciaron el sábado que declararán sus “recursos de guerra” y procederán a la “reparación material” de las víctimas. Hasta ahora, habían negado tener los medios.
“El monto está por verse, pero es un paso en la dirección correcta para terminar el conflicto”, explicó el experto en temas de guerra de la Universidad de la Sabana, Carlos Alfonso Velásquez.
Además, luego de que el líder rebelde, Rodrigo Londoño (“Timochenko”), pidiera perdón durante la firma del pacto en Cartagena, jefes guerrilleros comparecieron esta semana frente a sus víctimas para disculparse “por todo el dolor”.
“Si lo que están pidiendo está en su corazón, bienvenido sea”, dijo a AFP la hija de la organizadora de una verbena que hace 22 años terminó con 35 muertos a manos de las FARC.
“El olor a sangre no nos dejaba”, aseguró Dylgna Gutiérrez durante el acto de perdón el viernes en La Chinita, en el noroeste de Colombia.
También según lo convenido, la ONU verificó el sábado la destrucción “voluntaria” de la guerrilla de 620 kilos de explosivos, un asunto controversial porque los opositores dudan de que los insurgentes se desarmen.
Tras la desmovilización de los paramilitares hace una década, Colombia debe aún acordar la paz con el guevarista Ejército de Liberación Nacional (ELN), con unos 1.500 miembros armados y nacido en 1964 al igual que las FARC.
La instalación de diálogos formales anunciada en marzo sigue sin concretarse porque Santos impone el fin del secuestro y la guerrilla se niega a hacer concesiones “unilaterales”. Según el gobierno, el ELN tiene al menos tres rehenes.