El presidente filipino Rodrigo Duterte ofreció disculpas el domingo a los judíos de todo el mundo, a raíz de declaraciones en las que comparó su cruenta guerra contra la droga con Hitler y el Holocausto, que provocaron estupor e indignación en el mundo.
Duterte dijo que sus disculpas estaban dirigidas exclusivamente a la comunidad judía. Fustigó nuevamente a sus detractores en Occidente y a los defensores de los derechos humanos que han expresado preocupación por su brutal represión, que se calcula ha causado la muerte de más de 3.000 presuntos traficantes y consumidores en apenas tres meses.
Duterte dijo en un discurso en la ciudad central de Bacolod que nunca tuvo la intención de «derogar la memoria de los 6 millones de judíos asesinados por los alemanes». Los historiadores dicen que los nazis de Hitler mataron a 6 millones de judíos antes y durante la Segunda Guerra Mundial.
«Me disculpo profundamente ante la comunidad judía», dijo el mandatario.
El viernes, Duterte elevó la furibunda retórica de su campaña antidrogas al compararla con Hitler y el Holocausto y afirmar que sería «feliz de masacrar» a unos 3 millones de adictos en Filipinas.
En ese discurso, dijo sin entrar en detalles que sus detractores lo han «retratado o descrito como primo de Hitler».
Momentos después, añadió: «Hitler masacró a 3 millones de judíos… hay 3 millones de drogadictos. Los hay. Yo sería feliz de masacrarlos».
Duterte dijo que si bien las víctimas de Hitler eran gente inocente, todos los que él ataca «son criminales» y su exterminio «acabaría con el problema (de la droga) en mi país y salvará a la próxima generación de la perdición».
AP