Necesita puntos, pero también trabajar en la renovación y afianzar el estilo
Rafael Dudamel está en el clásico “ojo del huracán”. Y el compromiso que afronta hoy con la Vinotinto, en Mérida, nada tiene de fácil, pues se trata de Brasil, que aun sin Neymar constituye uno de los rivales de más fuerza y en buen momento, como lo confirma su ubicación en el segundo lugar de la tabla suramericana con miras a Rusia 2018. Además de máximo goleador con 21.
Sin victorias, apenas dos puntos, las exigencias son máximas. Pero, asimismo, perdida ya la oportunidad de meterse en el mundial próximo, es imperativo continuar un trabajo que ya ha iniciado el seleccionador: irle dando forma al equipo para el futuro, renovando piezas e insistiendo en cambios en el estilo de juego a pesar del obstáculo de la falta de resultados favorables.
Hay quienes, desde la acera resultadista, censuran los escasos logros en la puntuación. Sin embargo, y esto lo defienden otros –que antes se han opuesto al concepto ultradefensivo con la mira en empatar o perder por poco-, que han visto cambios interesantes en el planteamiento general de Dudamel: una mayor visión ofensiva, un accionar mejor coordinado entre medios y delanteros, minimizados por los continuos reveses.
Esa es la situación para hoy, cuando el Metropolitano de Mérida será escenario para el choque ante los amazónicos, que no tendrán en liza a su astro Neymar. Rival de máxima jerarquía, sin embargo, que va encontrando ritmo de juego y viene de golear a Bolivia, hará complicado el trámite de un equipo que viene, asimismo, de recibir un 3-0 ante Uruguay en Montevideo.
Dos cambios priman en el once titular criollo, ante las sanciones a los zagueros Alexander González y Oswaldo Vizcarrondo, que serían sustituidos por Roberto Rosales y José Manuel Velázquez. El primero había sido titular indiscutible en los últimos tiempos hasta cierta baja en su juego, producto de lesiones, el segundo hasta ahora fuera de los 11 iniciales pero con aciertos cada vez que ha sido utilizado. En esa línea, bastante cuestionada, se mantendría Wuilker Angel, pues posiblemente Rolf Feltscher vuelva a la banda izquierda en sustitución de Villanueva.
Rincón, Figuera y Guerra repetirían en la media, donde se planteaban dudas sobre Añor, que salió tocado del choque ante Argentina. Peñaranda y Rondón serían fijos también, dependiendo el esquema de su presencia o la de Josef Martínez adelante, estos y aquellos con el respaldo de Dani Hernández en la portería.
Sobran especulaciones sobre otros jugadores, como Otero y Murillo, por ejemplo. Todo ello avivado por la presencia de un grupo de jóvenes contemplados en el futuro de la Vinotinto y que seguramente recibirán minutos en el resto de la eliminatoria dado el trabajo futurista que, esta noche, tiene el inconveniente nada desdeñable de estar frente a la canariña.
Víctor Carrillo, peruano, será el juez principal. No vacila mucho para sacar las tarjetas amarillas, algo de lo que deben cuidarse los venezolanos, bastante castigados por la gente del silbato en los últimos partidos por la pérdida de la línea entre agresividad o (juego fuerte) y lo antirreglamentario.
-Armando Naranjo-