El actual proceso electoral se da en medio de una gran tensión debido a que los poderes Judicial, Electoral y Legislativo han anulado al principal grupo opositor y han despejado el camino a Ortega, líder del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), ya que el resto de partidos que compiten son minoritarios.
Según la Coalición Nacional por la Democracia, que aglutina al principal bloque opositor, los comicios de noviembre serán una “farsa” en la que Ortega se validará gracias a la complicidad del resto de partidos minoritarios que sí competirán con el sandinismo, favorito de acuerdo a los sondeos.
Estados Unidos y México han criticado las medidas tomadas en Nicaragua antes de los comicios, pero Almagro se ha mantenido en relativo silencio, con la excepción de un tuit publicado en julio en el que opinaba que unas “elecciones transparentes” y competitivas se logran garantizando los derechos de tod@s los candidatos”.
• Fuente: La Prensa, Nicaragua