Acorralado por múltiples acusaciones de abuso sexual, el candidato republicano, que el miércoles vuelve a enfrentar a su rival demócrata Hillary Clinton en un debate, multiplica sus denuncias de un presunto fraude, generado preocupación sobre posibles protestas pos-electorales
El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, redobla este lunes denuncias de un supuesto fraude electoral, mientras cae en las encuestas a apenas tres semanas de los comicios del 8 de noviembre.
«Por supuesto se produce fraude electoral a gran escala antes y durante la elección. ¿Por qué los líderes republicanos niegan lo que está ocurriendo? ¡Qué ingenuos!», lanzó en Twitter el multimillonario aspirante a la presidencia de Estados Unidos.
Acorralado por múltiples acusaciones de abuso sexual, el candidato republicano, que el miércoles vuelve a enfrentar a su rival demócrata Hillary Clinton en un debate, multiplica sus denuncias de un presunto fraude, generado preocupación sobre posibles protestas pos-electorales.
Además, Trump no cesa de repetir que los medios conspiran en favor de Clinton, al dedicar espacio a las acusaciones en su contra sobre abuso sexual que él rechaza.
Su compañero de fórmula, Mike Pence, se sumó a este discurso al declarar el domingo que los medios nacionales «constantemente intentan cambiar de tema e ignorar deliberadamente la corrupción y tráfico de influencias de los Clinton».
Sin embargo, ante las denuncias de fraude, Pence ha dicho que «aceptaremos absolutamente» el resultado de la elección.
“Irresponsable”
El secretario de Estado de Ohio, el republicano Jon Husted, que supervisa la elección en su estado, insistió este lunes que Trump es «irresponsable» al hacer acusaciones de fraude.
«Si hay un problema sistémico, por favor, identifíquelo. No haga solo acusaciones en Twitter. Dígame», dijo Husted a CNN.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, quien la semana pasada tomó distancia de Trump tras la divulgación de una grabación en la que hace vulgares declaraciones sobre las mujeres, también descartó las acusaciones del candidato contra la integridad del sistema electoral.
En tanto, el director de la campaña de Clinton, Robby Mook, dijo que Trump «está intentando desesperadamente cambiar el foco de su propia campaña desastrosa».
«Sabe que está perdiendo y está intentando culpar al sistema. Eso es lo que hacen los perdedores», aseveró en una conferencia de prensa telefónica.
El propio sistema electoral estadounidense no es propicio a un fraude electoral a gran escala debido su naturaleza descentralizada.
Último debate
Trump y Clinton se enfrentarán el miércoles en el tercer y último debate presidencial, que tendrá lugar en Las Vegas.
La demócrata se mantuvo encerrada el lunes en su casa cerca de Nueva York para preparar el duelo.
Sin duda tendrá que responder preguntas sobre la publicación por WikiLeaks de miles de correos electrónicos pirateados del presidente de su equipo de campaña, John Podesta, que revelan tergiversaciones y cálculos políticos de la candidata.
Los documentos revelan entre otras cosas que en una reunión privada de 2013, Clinton expresó que en política, para lograr negociaciones, uno debe tomar «una posición privada y una posición pública».
A pesar de estas revelaciones incómodas, la aspirante demócrata contaba este lunes con 45,4% de la intención de voto, contra 39,1% para Trump y 6,1% para el libertario Gary Johnson, según el promedio calculado por el sitio web RealClearPolitics.
Hace exactamente cuatro años, Barack Obama sólo contaba con una ventaja de 0,4 puntos porcentuales sobre su rival republicano Mitt Romney.
Ivan Couronne / AFP