Hillary Clinton y Donald Trump protagonizaron este miércoles el tercer y último debate de la campaña electoral estadounidense, en una discusión sobre temas de fondo, que incluyó asperezas pero no golpes bajos.
Los siguientes fueron los momentos más destacables del debate.
«En el momento oportuno»
Trump, quien pasó varios días dedicando actos de campaña a denunciar que las elecciones estaban siendo «manipuladas», evitó comprometerse a aceptar el resultado de los comicios, como es una práctica fundamental de todos los candidatos.
Al ser consultado si estaba dispuesto desde ahora a aceptar el resultado de la elección, Trump sorprendió al responder: «Lo veré en el momento oportuno. Y lo que he visto hasta ahora es muy malo».
En la misma jornada, su hija Ivanka había afirmado en una entrevista estar segura que Trump aceptaría el resultado, pero la respuesta en el debate cayó como un balde de agua fría.
En respuesta, Clinton dijo sentirse «horrorizada» de ver que un aspirante a la Casa Blanca no confía en el sistema electoral como para evitar comprometerse a aceptar el resultado de una elección.
Comportamiento indecente
En el debate, los escándalos que involucran a Trump desde hace una semana por comportamiento indecente con mujeres, volvieron a la agenda. Trump afirmó no conocer a las mujeres que ahora afirman haber sido manoseadas por él, pero además sugirió que Clinton y equipo podrían estar por detrás de las denuncias.
«Yo creo que ella incitó a estas personas a dar el paso adelante», dijo Trump apuntando un dedo a Clinton, acusándola de organizar «una campaña sucia» basada en denuncias que son «mentiras».
Con relación a las mujeres que presentaron denuncias Trump aseguró: «No conozco a esas personas. Pero tengo una idea de donde vienen» esas denuncias.
La «marioneta» de Putin
En un momento de discusión más acalorada, Clinton sugirió que en la Casa Blanca Trump sería «una marioneta» del presidente ruso, Vladimir Putin.
En el intercambio, Trump dijo que Putin «no tiene ningún respeto» por Clinton o el presidente Barack Obama, a lo que ella respondió que la razón es que él «prefiere tener una marioneta como presidente de Estados Unidos».
«No, tú eres una marioneta», respondió Trump secamente.
Clinton también recordó que Rusia invadió correos electrónicos estadounidenses y repasó esa información al sitio WikiLeaks.
Por eso, desafió a Trump a condenar la iniciativa rusa, pero el millonario dijo que, aunque condenaba invasiones de correos electrónicos, «ella no tiene idea si fue Rusia, o China o alguien más».
País desgarrado por deportaciones en masa
La cuestión migratoria volvió a mostrar el enorme foso que separa a los dos candidatos principales, y la discusión alcanzó un punto crítico cuando Clinton afirmó que la idea de Trump de deportar a los millones de inmigrantes en situación irregular «desgarraría el país».
Para que eso sea posible, dijo Clinton, el país tendrá que montar una fuerza especial para salir a buscar inmigrantes «escuela por escuela, casa por casa, comercio por comercio». «Pienso que es una idea que desgarrará al país», afirmó.
En respuesta, Trump recordó que el propio presidente Barack Obama ha mantenido un volumen constante de deportaciones diarias. «Lo que quiero decir es que el presidente Obama ya ha deportado a millones y millones de personas», dijo Trump.