Su mirada es soñadora, transparente y determinante, proyecta valentía y puede llegar a ser muy intimidante, tanto que te hace olvidar sus 51 kilos de peso y su metro con 57 centímetros de estatura. Sabe lo que quiere, no en vano suma en su palmarés el hito de ser la primera mujer venezolana en subir a un ensogado olímpico.
Así es Karlha Francesca Magliocco, quien en Londres no solo se convirtió en la primera boxeadora venezolana en Juegos Olímpicos, sino que también ganó el único diploma olímpico que exhibe Venezuela en boxeo femenino.
Han pasado cuatro años de esa gesta. Karlha tuvo un breve receso para dedicarse a la maternidad. En mayo pasado, la boxeadora volvió a las prácticas de la selección nacional con la meta de retomar el ritmo en competencias internacionales. «El boxeo es mi pasión, al igual que mi rol de madre, y aquí estoy dispuesta a dar lo mejor de mi», expresó.
Un nuevo sueño
Por primera vez en la historia, el pugilismo femenino venezolano participará en la Serie Mundial de Boxeo. La Federación Venezolana de Boxeo aprobó la participación de las féminas en 51 y 60 kilogramos, las mismas divisiones que ven acción en los Juegos Olímpicos.
Tras esa decisión, Karlha se trazó como objetivo formar parte de la plantilla femenina de Caciques de Venezuela en la Serie Mundial.»Ojalá yo pueda estar ahí y ser una de las cartas de Venezuela, para tener ese grato placer y orgullo, pero primero, como todas, aquí estoy tratando de ganarme el cupo, porque todas tenemos la oportunidad de integrar la selección nacional».