China, el segundo mercado para el cine a nivel mundial, busca terminar con los fraudes en taquilla al imponer castigos para las empresas que falsifiquen datos de ventas de boletos y otra información de acuerdo con la primera ley cinematográfica del país.
De acuerdo con las autoridades chinas el fraude en taquilla es una práctica común, y el problema es mayor ya que se espera que los ingresos en las taquillas chinas superen en los próximos tres años a los de Estados Unidos, el mayor mercado cinematográfico mundial.
Según datos oficiales, basados en información entregada por cines, las cintas exhibidas en China ganaron más de 44.000 millones de yuan (6.500 millones de dólares) en 2015, un aumento de casi 50% con respecto al año anterior.
Bajo la ley aprobada por el parlamento chino el lunes, a los distribuidores y cines que falsifiquen datos sobre ventas de boletos les serán confiscadas las ganancias que obtengan ilegalmente y serán multados hasta con 500.000 yuan (74.000 dólares). Si obtienen ilegalmente más de 500.000 yuan, serán multados hasta con cinco veces la cantidad ganada.
También corren el riesgo de que sus operaciones sean suspendidas y que las licencias de sus comercios sean revocadas.
La industria cinematográfica china ya tiene muchas regulaciones. Los censores pesan con mucho poder sobre lo que se puede ver en pantalla, sin embargo esta ley es un intento para combatir el fraude y otros problemas que han emergido a medida que el mercado chino continúa en crecimiento.
El año pasado decenas de cines recibieron advertencias, según reportes, perdieron apoyos económicos o tuvieron que suspender temporalmente sus operaciones por fraude en taquilla.
El fraude generalmente involucra a los cines y a los distribuidores que compran boletos o cuentan las ganancias de una película como las de otra. Estas acciones pueden impulsar la fama de una película para atraer a un público más grande, por lo que es una forma de competencia desleal. Los cines también pueden ocultar sus verdaderas ventas de boletos para evitar compartir las ganancias con los productores. AP